La inteligencia artificial es una “oportunidad” para el país a nivel laboral y de desarrollo si se sabe aprovechar

Incidencia de las nuevas tecnologías en el mercado laboral

Los desafíos que afronta Uruguay ante esta realidad marcada por el avance tecnológico residen en abrir el debate sobre normativas laborales y captar a tiempo las competencias y conocimientos que demandará el mercado. Así lo explicaron a CRÓNICAS Bruno Gili, socio de Ágora; Alberto Baroffio, abogado especializado en seguridad social; y Daniel Pérez, director de Empleo del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).

Por Catalina Misson

Según el Foro Económico Mundial, 85 millones de puestos de trabajo podrían desaparecer para el año 2025. La automatización inteligente amenaza a los puestos basados en trabajo repetitivo y manual, y la IA generativa de imágenes, videos y texto, acecha aquellos que se valen de la creatividad. Daniel Susskind, investigador del Instituto de Ética en la IA de Oxford, expuso recientemente en una conferencia que sobrevivirán dos tipos de trabajo: los que esencialmente necesitan de la calidad humana para realizarse, y los que se encargan del mantenimiento de la tecnología. 

Pero no todo es oscuro. El Foro Económico Mundial también prevé la apertura de 97 millones de puestos laborales en áreas relacionadas a la programación y ciencias de datos. Uruguay es uno de los mayores exportadores de software a nivel mundial, y según la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), la facturación del sector fue de US$ 1.950 millones en 2021, un 3% del PIB de Uruguay. Esto último, sumado a que la OCDE posiciona a Uruguay como líder de América Latina y el Caribe en el aprovechamiento de la IA dentro del sector público, podría ser un buen augurio para la adaptabilidad del mercado laboral uruguayo a los nuevos tiempos. 

¿Qué piensan los expertos? 

Bruno Gili, contador y catedrático de Negocios de la Universidad ORT, destacó para CRÓNICAS algunas firmas uruguayas que ya trabajan en la aplicación de IA a los negocios y empresas globales que están en Uruguay invirtiendo en el sector, y aseguró que la transformación digital “es una buena oportunidad para que el país desarrolle bienes y servicios, y los coloque a nivel internacional”.

 No obstante, advirtió que tanto el Estado como las empresas tendrán que trabajar fuertemente para capacitar a las nuevas generaciones y aprovechar el momentum: “Uruguay es lento, y eso puede ser un problema respecto a la velocidad con la que cambia el mundo. Tenemos mucha gente que no está alfabetizada para el siglo XXI en términos de capacidades. Si no se aprovecha la oportunidad, o se hace muy despacio, es un riesgo para muchas personas y empresas”, reflexionó Gili.

Alberto Baroffio, abogado del estudio Ferrere Abogados y especialista en temas contenciosos laborales y de seguridad social, dijo a CRÓNICAS que “los trabajadores no deberían estar en riesgo” ante una eventual transformación del mercado laboral, y que no imagina que en el futuro se apliquen modificaciones a las normativas que impliquen una disminución de derechos. 

De todos modos, observó que “Uruguay se debe la conversación de si la vieja normativa laboral que tenemos es la más idónea para enfrentar los desafíos que existen en el mercado laboral uruguayo”, ya que podría no ser compatible con la revolución digital y desmotivar la generación de empleo, en el sentido de que “todavía persiste la visión arcaica de medir el trabajo en función del tiempo y no los resultados que pueda obtener”. Además, agregó que “Uruguay tiene ámbitos de diálogo y está el contexto para poder analizar en profundidad hacia dónde debería recorrerse este camino, porque la realidad es que cuanto más tarde se encare esto, es más perjudicial.” 


Aprovechar oportunidades 

Daniel Pérez, director Nacional de Empleo, resaltó que cuando ocurren este tipo de revoluciones tecnológicas, “generalmente hay un período de desacople, donde algunos empleos desaparecen y se generan nuevos, de mejor calidad y beneficiosos para la vida de la gente”, por lo que ahora mismo, el desafío más importante es “acortar ese período lo máximo posible, para que las personas estén preparadas”. Respecto a esto, indicó a CRÓNICAS que “hay que trabajar mucho” para identificar cuáles son las competencias y el conocimiento específico que se va a demandar. 

Pérez también recalcó que el sistema de seguridad social uruguayo “es uno de los mejores de América Latina”, lo que significa “una malla de contención importante” en caso de que peligren muchos puestos de trabajo. Coincidentemente con el resto de consultados, también dijo ver “una linda oportunidad para Uruguay, ya que la industria de software está muy desarrollada” y que “como todas las oportunidades, hay que saber aprovecharlas”.