Según expertos, peso uruguayo “se consolida” por estabilidad del país frente a incertidumbre global

Análisis económico de BBVA Research

El equipo de BBVA Research realizó un encuentro virtual para repasar el panorama económico local e internacional. Con un escenario mundial inestable, Uruguay proyecta un crecimiento débil, pero mantiene un rumbo fijo y, a pesar del cambio de gobierno, redobló su apuesta en ciertos aspectos, siendo el principal ejemplo el foco en mantener controlada la inflación. Los principales desafíos anidan en lo fiscal y en la necesidad de consolidar reformas para un “crecimiento orgánico” sin depender de grandes inversiones privadas.

Según los expositores, para Uruguay se espera un crecimiento escaso de 2,1% en 2025 y de 1,9% en 2026, para luego “remontar al tendencial de 2,2%/2,5%” durante los próximos años. En esta línea, afirmaron que la economía local solo responde ante shocks puntuales -como la pandemia y la sequía-, con caídas seguidas por rebotes o traccionado por las grandes inversiones como las pasteras.

Sobre este último punto, aclararon que la inversión privada se colocó en el entorno de 16% del PIB tras una marcada desaceleración en relación a años anteriores por la finalización de la pastera UPM 2. “Uruguay necesita traccionar con inversión productiva que genere empleo y consumo, algo que no estamos viendo por el momento”, comentó Adriana Haring, economista senior de BBVA Research. Otro factor en detrimento del PIB es el pobre desempeño del consumo, dado un escaso crecimiento del salario nominal con una variación del 0,4% (levemente por encima de la inflación); y un mercado laboral estancado en relativa estabilidad al 64,6% de actividad por “sectores productivos que no demandan tanta mano de obra”.

Otro punto clave refiere a la también estancada consolidación fiscal. Los expertos alertaron que durante el año pasado no se cumplieron dos de tres pilares en la regla fiscal: el resultado fiscal estructural GC+BPS fue del -3,7% del PIB -por debajo de la meta del -2,9%-; el gasto primario GC+BPS fue de 4,8% -con un límite propuesto de 2,8%- y el tope de endeudamiento neto se cumplió, pero recurriendo a la cláusula de salvaguarda, que permite extender un 30% el límite. Desde BBVA Research advierten que “el panorama fiscal para 2025 luce desafiante, con escaso margen de maniobra para encauzar las cuentas fiscales”.

De esta manera, la deuda bruta bajó levemente y se posicionó en torno al 67,4% del PIB, aunque con “una mejora en la composición” a lo largo de los años por una deuda en moneda local que creció, y evita “la vulnerabilidad frente a posibles devaluaciones o un shock externo” inherente a deber en dólares. En relación al peso uruguayo, Juan Manuel Manías, economista principal de BBVA Research, afirmó que la divisa “se está consolidando” y a fin de año esperan una apreciación del 0,9% rumbo a 42,1 pesos por dólar estadounidense para diciembre.

Lo anterior, según opinó, se da por el mantenimiento de las tasas de la FED, por el contraste entre la incertidumbre global y la estabilidad uruguaya, y por un sector externo nacional que tiene como grandes protagonistas a sectores con mucha productividad como las pasteras, la soja y la carne, siendo esta última un producto “tradicional, pero ha sumado un valor agregado altísimo”. “Cuando la mayoría de tus exportaciones son muy productivas, esto se refleja en tu tipo de cambio”, remató.

Respecto a la inflación, esperan que sea de 5,4% y 5,2% para este año y el siguiente, respectivamente, y valoraron positivamente que “esté dando muestras de resistencia” y que las nuevas autoridades del Frente Amplio “mantengan la prioridad de controlarla como el objetivo central del BCU”, junto a un “notable salto de calidad respecto a la comunicación de la política monetaria”.

En relación a las exportaciones, aclararon que se mantienen firmes, pero con una reducción en los términos de intercambio del 6,8% en 2024. Una novedad relevante es un avance en las exportaciones con origen en las zonas francas, ya que en 2024 acapararon el 35,5%.La celulosa y la carne son los productos estrella, y Brasil y China los principales destinos. “Una cosa positiva que hizo Uruguay fue la diversificación y el desacople a la región; en 2001 dependían de Brasil, Argentina y la Unión Europea, pero hoy el principal destino es China y lo que exporta son commodities, que tienen una gran demanda internacional en otros mercados”, opinó Manías.


Panorama mundial

La economía mundial, según los técnicos, “está dominada por las decisiones de Donald Trump” en relación a los aranceles. Si bien su batalla comercial con China se redujo en los últimos meses, generó “una incertidumbre global muy alta”. Desde BBVA creen que el crecimiento se moderará más de lo previsto en Estados Unidos, con un repunte de la inflación y una alta volatilidad.

En este sentido, proyectaron un crecimiento de 1,7% para 2025 en Estados Unidos, de 0,9% en la eurozona y de 4,8% en China. “Aun cuando los aranceles terminen en niveles más bajos, van a pesar en el crecimiento de los Estados Unidos, porque las firmas lo van a pensar dos veces antes de decidir si incrementar la inversión o de realizar nuevos proyectos de inversión en el país porque saben que esta volatilidad puede volver en el futuro”, comentó Marcos Dal Bianco, economista jefe de BBVA Research.

Respecto a la región, informaron que mantendrá un crecimiento del 1,9% que estará por debajo de la media mundial. En el desglose destaca el repunte de Argentina -con un 5,5% proyectado para este año y un 4,0% para el siguiente- y las cifras de Paraguay y Perú, ambas en el entorno del 3%. Las dos grandes economías de Latinoamérica, México y Brasil, tendrán una desaceleración y poco dinamismo, incluyendo una leve recesión en México del -0,4% este año por el efecto de los aranceles.