Solo en Montevideo y Maldonado los privados invierten US$ 3.500 millones en la construcción

Aníbal Durán, gerente ejecutivo de la Asociación de Promotores Privados de la Construcción (APPCU)


El gerente ejecutivo de Appcu conversó con CRÓNICAS acerca de la actualidad del sector y remarcó que entre los dos epicentros de la construcción en el país, Montevideo y Maldonado, hay casi dos millones de metros cuadrados construyéndose o prestos a comenzar y que, exceptuando la segunda planta de UPM, los privados han invertido unos US$3.500 millones en el sector. “Nada los amilanó, es más, después de la Semana Santa del 2020, se trabajó en forma ininterrumpida hasta el presente”, destacó y aseveró que en el sector, hoy por hoy, trabajan alrededor de 52.000 obreros cuando el promedio histórico es menor a 40.000.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

Haciendo una comparación histórica, ¿en qué niveles de inversión privada se encuentra Uruguay en el rubro de la construcción?

Bueno la respuesta puede tener cierta relatividad, pero seguramente estamos mejor que en el año 2019, pre-pandemia. Y auguro mejores tiempos aún, cuando decante el flagelo y los extranjeros vecinos vengan masivamente.

¿Hubo algún cambio de comportamiento de los inversores motivado por la pandemia?

Ningún cambio y me refiero a los promotores de Appcu. Nada los amilanó, es más, después de la Semana Santa del 2020, se trabajó en forma ininterrumpida hasta el presente, acrecentándose el número de obreros directos dependientes del BPS y mejorando sustancialmente el nivel de inversión.

Entre agosto de 2020 y el mismo mes del 2021 hubo más de un 100% de crecimiento en vivienda promovida. ¿A qué motivos puede atribuirse este récord?

Sustancialmente a las medidas del Poder Ejecutivo, eliminando los topes a los precios de la vivienda promovida, viejo reclamo de Appcu que comenzó en el gobierno anterior pero que cayó en saco roto. Además, hay demanda para este tipo de vivienda, no solamente usuarios finales sino también inversores que compran para, posteriormente, alquilar la unidad o unidades.

¿Son suficientes las herramientas que existen para atraer las inversiones? En caso de que entienda que se necesitan más instrumentos, ¿Cuáles entiende que serían oportunos?

El país tiene una larga tradición de seriedad y probidad. Consolidación democrática, alternancia en el poder, separación de poderes, seguridad jurídica, son aspectos determinantes. La confianza juega un rol medular. Entiendo que vamos por buen camino, el estímulo es esencial a la hora de propender una actividad y muy por el contrario de lo que se cree, el gobierno no pierde dinero por las exoneraciones fiscales, al contrario gana por la actividad económica que se dinamiza. Harto probado quedó con la vivienda promovida. Ningún promotor iba a invertir y construir de Avenida Italia al norte, por ser expresivo, todos lo hacían en la costa o allende a la misma. Con las exoneraciones logradas, se poblaron los barrios no costeros de vivienda, se generó empleo y tributos para el gobierno. Antes había cero…porque nadie iba.

¿Qué tanto influyen las observaciones hechas por la OIT a Uruguay a la hora de decidir invertir en el país? El gobierno ha sostenido con convicción que antes de que culmine el periodo se levantarán dichas observaciones, ¿es imperioso para el sector que se haga cuanto antes?

No sé si imprescindible; creo que hay mucho fuego de artificio, aunque lo cierto es que la negociación colectiva debe ser bipartita y no tripartita como sucede aquí y las partes, excepto el salario mínimo y sus aumentos, deben establecer las reglas de juego sin comparecencia del gobierno. No viene sucediendo y eso requiere modificación legislativa de la actual ley de negociación colectiva. Ahora, en la promoción privada, se ha seguido invirtiendo a pesar del tema en cuestión.

El nivel de empleo es una preocupación a nivel país, ¿Cómo se encuentra la oferta y demanda de empleo a nivel privado en la construcción?

La demanda crece mes a mes. Desde enero del año en curso hasta setiembre ha venido creciendo, estando ahora en los 52.000 obreros directos, una cifra muy significativa. No olvidemos que el promedio en el sector anda por los 35.000 a 40.000 obreros y pese a la pandemia estamos superando con creces dicha cifra. La oferta está en consonancia, aunque es inevitable decir que el tema de la productividad de la mano de obra es vital y allí tenemos carencias. Productividad a todo nivel, comenzando por el CEO de la empresa y de allí hacia abajo. Es un tema inicialmente de actitud; luego vendrán atributos técnicos.

¿Cómo ve la conflictividad laboral del sector?

Se ha ganado en tranquilidad con un convenio que se firmó a tres años, hasta marzo del 2023. Eso generó reglas de juego claras, sabidas y los promotores saben a qué atenerse. Es otro motivo de incentivo para invertir. Se respeta el convenio logrado y simplemente se suceden chisporroteos aislados, nunca ajenos en el vínculo laboral. Pero la esencia está intacta.

Referentes de la construcción piden más inversión pública para que el sector crezca, en materia de inversión privada, ¿Hay espacio para continuar creciendo?

Siempre hay espacio en la medida que la demanda esté presente. Es una pulseada permanente. Se lanza un producto al mercado y se va viendo el movimiento en derredor del mismo. Lo cierto es que estamos en casi dos millones de metros cuadrados construyéndose o prestos a comenzar, con una inversión cercana a los US$3.500 y no estoy hablando de UPM y me refiero solamente a Montevideo y Maldonado. Estimo que esos números seguirán creciendo y la inestabilidad de nuestros vecinos suma un ingrediente más a nuestro optimismo.


Cabezas abiertas

En entrevista con CRÓNICAS, el director ejecutivo de Appcu se refirió a sus contrapartes, y señaló: “por primera vez en muchos años, tenemos cabezas abiertas como interlocutores del lado del gobierno nacional como de los gobiernos departamentales de Montevideo, Canelones y Maldonado por nombrar los principales departamentos”. 

Durán destacó que más allá de las medidas adoptadas por el gobierno los promotores se encuentran con un rostro afable del otro lado del mostrador tanto en cuanto al gobierno nacional como a los departamentales. “El promotor sabe a qué atenerse”, enfatizó y añadió que “antes no sucedía y todo estaba en un limbo”. “Hoy el diálogo es fluido, respetuoso, las respuestas llegan, a veces nos contemplan, a veces no, pero eso es harina de otro costal”, finalizó.