Abdala: La LUC trajo consecuencias “positivas” en términos legales y de gestión

INAU cierra el año con cifras de adopción alentadoras

El presidente del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Pablo Abdala, conversó con CRÓNICAS sobre los desafíos que implicó la pandemia y los beneficios que trajo consigo la implementación de la Ley de Urgente Consideración (LUC) para la institución. Además, realizó un balance respecto al cierre del año y las expectativas hacia el 2023.

“Queda mucho por hacer, pero hemos avanzado”, dijo el jerarca acerca del 2022 y mencionó que con motivo del Día Internacional de los Derechos del Niño celebrado el pasado 20 de noviembre, el INAU realizó una evaluación de las líneas estratégicas.

Cierre del 2022 y a la espera del 2023

Por un lado, Abdala se refirió al sistema de protección, que calificó como “más robusto”, mediante el que se concretó la apertura de tres centros con funcionamiento las 24 horas. También hizo hincapié en la ampliación de cupos, lo que, según opinó, “ha permitido que la capacidad y tiempos de respuesta sean mucho más eficientes que hace dos años”.

Respecto a las revinculaciones familiares y el trabajo con familias de origen, indicó que se ha logrado un sistema de acogimiento familiar “más sólido”, ya que destacó una mejora en la asistencia a las familias adoptivas en función de la manutención de los niños.

“Vamos a terminar el año con más de 150 integraciones, es una cifra que supera la del 2021”, señaló el exdiputado del Partido Nacional. En ese sentido, mencionó que el año pasado el INAU integró a 125 niños a nuevas familias.

Por otra parte, el jerarca hizo referencia a una segunda línea dividida en dos áreas en las que trabajó el instituto durante el 2022. Una de ellas fue el área de tiempo parcial que englobó a CAIF, centros juveniles y clubes infantiles. La otra fue de procesos socioeducativos donde el INAU trabajó “intensamente en la ampliación de cobertura de primera infancia”.

“En infancia generamos más de 1.000 cupos y en adolescencia más de 1.500. Son datos que nos estimulan y entusiasman”, concluyó, y añadió que “en materia de políticas de infancia y adolescencia nunca se alcanza la meta, hay que trabajar permanentemente”.

Por otra parte, el INAU prevé a partir del 1º de enero una nueva prestación de asistencia económica para el adolescente que está en proceso de egreso de la institución, ya sea culminando secundaria o capacitaciones.

Con respecto a las expectativas hacia el año entrante dijo: “En 2022 se puso en marcha la construcción de 40 nuevos centros CAIF que se inaugurarán en 2023”, y también hizo referencia a 11 clubes de niños nuevos y 24 centros juveniles para el área de adolescencia. “La ampliación de la cobertura de primera infancia va a tener una inversión adicional de 30 millones”, puntualizó.

La LUC y la pandemia

La pandemia fue una etapa desafiante para toda la sociedad y los efectos del aislamiento no fueron ajenos a los niños que esperaban ser adoptados. Por contacto y la eventual aparición de un caso positivo, el INAU tomó la decisión de generar una cuarentena y reemplazar los equipos de trabajo.

Abdala afirmó que una de las áreas que menos acompañamiento directo tuvo fue la de tiempo parcial donde en particular los clubes de niños y CAIF recibieron acompañamiento a distancia por parte de los asistentes. “Con compromiso y profesionalismo el INAU pudo sobrepasar la pandemia”, enunció el jerarca y agregó: “Estamos trabajando para recuperar el tiempo perdido”.

Por otro lado, la LUC tuvo sus consecuencias en lo que respecta a la adopción de niños y adolescentes. Según Abdala, “las modificaciones fueron positivas”, dentro de las que recalcó dos tipos: legales y de gestión.

La reestructuración, incorporación de recursos humanos y la descentralización fueron tres aspectos destacables para el presidente del instituto, para quien “generó una mayor eficiencia en los tiempos”, dado que el plazo máximo de evaluación de las familias a partir de la nueva normativa es de 18 meses. “Ese es el aspecto más importante”, enfatizó. 

Proceso de adaptación y mayoría de edad

“Para llegar a la adopción plena, hay un año de seguimiento cuando el INAU integra provisoriamente al niño a una familia”, explicó el jerarca en cuanto al proceso que previo a la LUC, implicaba unos tres o cuatro años. Además, agregó que “el margen de error es escaso, son decisiones que se toman con sustento técnico”.

El mayor desafío para el INAU al momento de que el niño cumpla 18 años se refiere a las estrategias de egreso. Cuando el niño no ingresa en proceso de adopción antes de esa edad, cualquiera sea el motivo, el INAU comienza por aplicar proyectos educativos que acompañen su egreso.

“Existen programas con ANEP para poder retomar trayectoria educativa y con UTU para el aprendizaje de oficios”, dijo Abdala y agregó: “Tenemos un universo de convenios de primera experiencia laboral con organismos públicos y empresas privadas para que (los adolescentes) realicen pasantías”, dentro de las que destacó con Presidencia, distintas intendencias y la Unión de Vendedores de Nafta.


Niños mayores de 5 años

Abdala dijo que “existen una serie de mitos” en torno a la adopción, aunque afirmó que en los últimos dos años fue un tema que se instaló en la agenda pública.

Sin embargo, sostuvo que la institución está en el proceso de derribar otro mito con respecto a la adopción de niños más grandes. “Siempre ha habido una resistencia por el temor y la incertidumbre comprensibles”, dijo el presidente de la institución y añadió que esos niños “son más conscientes de su realidad”.

El proceso de adopción es una de las decisiones más trascendentes para una familia y que puede llegar a ser extensa y estresante. Aun así, Abdala indicó que en función de la adopción a niños más grandes “las experiencias en el INAU son muy exitosas”. En ese sentido, mencionó una de las políticas en las que está trabajando el INAU en torno al tema, mediante la cual recibieron más de 700 llamadas para concretar entrevistas.