Albertoni sobre TLC con China: «El gobierno aplica un pragmatismo basado en la acción y no en las intenciones»

Uruguay> tiene grandes oportunidad en negociar bienes tangibles e intangibles

Esta semana, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, ofreció una conferencia de prensa en la que oficializó la intención del gobierno chino de concretar un acuerdo de factibilidad como primer paso para una potencial negociación de un Tratado de Libre Comercio entre Uruguay y el gigante asiático. En este contexto, el especialista en política internacional y actual director del Business Research Lab de la Universidad Católica, Nicolás Albertoni, conversó con CRÓNICAS acerca de las potencialidades de la negociación. El experto resaltó que, al día de hoy, un tercio de las exportaciones uruguayas y la mitad de los aranceles que paga el país van hacia China y apuntó: “Cuánto más y mejor podríamos vender si no tuviéramos que pagar esos aranceles», exclamó.

“Es un camino que el gobierno parece decidido a recorrer”, aseguró Albertoni a CRÓNICAS al referirse al anuncio realizado el pasado 7 de setiembre por el presidente Luis Lacalle Pou.

En conferencia de prensa, el mandatario comunicó a la población la intención del gobierno chino de avanzar en un acuerdo de factibilidad como primera instancia en el marco de un posible TLC entre China y Uruguay. En este marco, Albertoni reconoció el anuncio como muy positivo. “Nuevamente el gobierno confirma su intención de pasar del querer al hacer y este es un paso concreto en el plano de la intención”, aseguró.

Consultado acerca de qué puede implicar un acuerdo de esta magnitud para Uruguay, el analista internacional sostuvo que es “una oportunidad enorme”.

Albertoni explicó que las posibilidades van más allá del mundo  tradicional del comercio relativo los bienes.  ”Ahora el mundo es muy diferente y Uruguay tiene la oportunidad de ser estratégico en qué va a negociar”. Hoy un abanico mucho más amplio está sobre la mesa, se trata de los intangibles como es el mundo de los servicios o el del e-commerce, las inversiones y la cooperación. 

En este contexto, el experto recordó que de todos los aranceles que paga Uruguay, el 50% se dirige a China. «¡Cuánto más y mejor podríamos vender si no tuviéramos que pagar esos aranceles!», expresó Albertoni.

“Esta lógica de pragmatismo que tiene el presidente es hacia donde siempre debió ir Uruguay. Es un pragmatismo que lo tuvo ya el país desde la intención, pero lo que muestra la decisión del gobierno es un pragmatismo hacia la acción”, sostuvo el analista. 

En bloque

Si bien los impactos en la región aún están por verse, según Albertoni, a nivel técnico hoy no habría ningún impedimento para llevar adelante la negociación del tratado de libre comercio  de forma bilateral. «Dado el contexto del Mercosur en que hoy la norma es la excepción- porque la excepción al arancel del Mercosur es inmensa, es más que la norma-, no podríamos estar en una conversación normal de que mañana ninguno de los países se ponga siquiera en una intención de veto, porque partimos de una excepción”, explicó.

A su vez, el especialista reconoció que Uruguay no plantea exclusividad con el gigante asiático, sino que expresa que el escenario de máxima es ir junto con los países del Mercosur, pero que de no ser así el país no seguirá esperando.

“Es de una enorme generosidad”, indicó Albertoni al respecto de la intención de arrimar al bloque regional a la potencia China y agregó: «El que avisa no traiciona y, además, el presidente sigue dando la chance de avanzar juntos, y si uno presta atención el anuncio es para empezar a estudiar la factibilidad, que es el paso cero. Como no tenemos tanta experiencia, va a dejar en evidencia que esto nos sirve a todos; también a Brasil, Argentina y Paraguay”, detalló. 

Para el especialista en política internacional, hay una enorme apertura por parte del presidente de la República, “pero los tiempos de un país como el nuestro, que depende casi en un 100% de cómo se vincula con el mundo, es de responsabilidad ser proactivo”.

Pasos a seguir

Consultado acerca de los tiempos que pueden manejarse en las siguientes fases del acuerdo, Albertoni destacó que, más allá de este acuerdo de factibilidad, son procesos que se podrían cerrar en el año. 

“Vamos a tener un horizonte de tres o cuatro meses para saber cuáles serán las siguientes etapas, ver con China hasta dónde quiere llegar y después dar un paso formal hacia la negociación de un TLC propiamente dicha”, recalcó y añadió: “Naturalmente, el presidente tiene en mente dar señales claras hacia adelante de que Uruguay está decidido a abrir su economía”.

Ganadores y perdedores

Según Albertoni, Uruguay posee una alta complementariedad con China. “A mí no me gusta hablar de perdedores sino que hay sectores que, naturalmente, al abrirse la economía con este tipo de mercados son más vulnerables. Un ejemplo claro es poner a los textiles a competir de igual a igual con China; obviamente hay un tema de escala”, explicó. 

En este plano, puso paños fríos a los impactos que pueda tener el acuerdo y subrayó que “no es que el lunes siguiente a que se firmó el acuerdo se abre la economía para los dos”.

 Albertoni estimó que, en el marco de un TLC, es posible elegir determinados productos, rubros o sectores que se van a desgravar y marcar en qué plazo se llevará a cabo esta acción. “El compromiso tiene que estar, pero ante esos más vulnerables se les puede dar tiempo”. En la misma línea agregó que también existe la posibilidad de excluir determinados sectores. «Todo esto de ganadores y más vulnerables no debe limitar el seguir avanzando», concluyó.