Labandera: “Anetra es un ejemplo a seguir por parte de otras gremiales; el interés común es brindar un buen servicio”

Pablo Labandera, director nacional de Transporte

En los 40 años de la Asociación Nacional de Empresas de Transporte Carretero por Autobús (Anetra), CRÓNICAS entrevistó al director nacional de Transporte para hablar de la situación del sector. Entre otras cosas, el jerarca valoró el papel de la gremial y señaló como desafío aumentar los niveles de actividad. Además, anunció que se viene trabajando en una actualización del sistema, con una auditoría que comenzará en los primeros meses de 2024 para crear una nueva paramétrica para las líneas interdepartamentales.

¿Qué reflexión le merece que una empresa como Anetra esté cumpliendo 40 años en nuestro país?

Conocí Anetra cuando ingresé a la Dirección Nacional de Transporte (DNT), me he encontrado con una institución que en materia de transporte realmente es representativa. Cuenta con una directiva muy comprometida y seria, por lo tanto, mantenemos un excelente relacionamiento en todo sentido. Toda la situación de la pandemia llevó a que se generara una sinergia público-privada muy importante, terminamos todos trabajando espalda con espalda en ese momento tan duro. Tal instancia sirvió para afianzar los lazos profesionales, con cada uno desde su rol. Teniendo en cuenta nuestro papel de regulador, tenemos a veces grandes discusiones y no siempre son en los mejores términos, pero sí de forma muy educada. En definitiva, Anetra, con su seriedad, es para el Ministerio una referencia como entidad empresarial.

En términos generales, ¿cómo se da actualmente la relación de la dirección con Anetra?

Esto es una puerta de ida y vuelta, estamos en contacto permanente. La relación no se centra únicamente en nuestro rol regulador con respecto a los vehículos, sino también, por ejemplo, con los eventuales conflictos sindicales que se generan. Hay una serie de aspectos que tienen que ver con el transporte de pasajeros que están arriba de la mesa siempre; hay un constante intercambio de información y opiniones, con sugerencias que a veces son atendidas, a veces atendibles o parcialmente atendibles y, en otros casos, en definitiva, debemos encargarnos de regular. No es la única entidad gremial con la cual nos interrelacionamos, pero es una entidad muy representativa.

¿Cómo describiría la situación actual de la industria del transporte carretero por autobús?

Hay una serie de factores externos que han llevado a que hubiera un descenso de mercado; en comparación con los tiempos prepandemia, estamos entre el 80 y 85% de la actividad. Esto tiene que ver con que, por un lado, la gente adoptó o intensificó la costumbre de viajar en auto, lo que lo convierte en el principal competidor que tiene el transporte público. Además, el teletrabajo se instaló y hubo un cierto desarraigo de algunas zonas, y muchos de los trámites que se realizaban en forma presencial, hoy se pueden realizar a través de la red.

Pasados ya varios meses de la pandemia, ¿cómo se ven o se vieron afectados los usuarios en los diferentes escenarios?

Se ha tratado de mantener una tarifa absolutamente razonable y para eso se han mantenido los subsidios al boleto estudiantil. Durante la época de la pandemia hubo una ayuda extra, algo que no tuvo que ver con el subsidio del gasoil ni con el del boleto estudiantil, sino que fueron ayudas especiales que el Poder Ejecutivo le transfirió al sector. Concretamente, se pidió que mantuvieran la movilidad en ese momento muy especial. Cuando recién empezó la pandemia la facturación de las empresas bajó a un 20% y después varió, con empujes positivos y negativos, relativos a la evolución e involución de la situación de pandemia.

¿Cuáles son los desafíos principales que enfrenta actualmente el sector?

El principal desafío es volver al 100% de la actividad que había prepandemia. Tiene que ver con tratar de generar las condiciones para que por lo menos ese 80 u 85% que hoy tenemos se eleve un poco. Gran parte de la sustentabilidad de las empresas está en la facturación por la venta de boletos y lo que no debería suceder es que la misma se recueste cada vez más en la transferencia que hace el Estado por concepto de subsidio, la caja no da para mucho más. En ese sentido, creo que la competencia sana entre las empresas, brindando un mejor servicio, con vehículos más cómodos y con la renovación de flota es lo que contribuye con este desafío.

¿Hay acciones por parte del gobierno para abordar temas como la sostenibilidad y el medioambiente en esta industria?

Se acaba de aprobar a nivel de la Rendición de Cuentas un fideicomiso de desarrollo sostenible que va a operar de la misma manera que venía operando el anterior vinculado al subsidio del boleto. Ahora, no va a ser únicamente sobre el gasoil, sino que va a permitir la incorporación paulatina de vehículos eléctricos e híbridos. Si bien quizás para las distancias que se recorren hoy con los interdepartamentales las experiencias pueden ser muy puntuales, es de esperar que, a mediano y sobre todo a largo plazo, la tecnología vaya evolucionando de tal manera que se pueda llegar a renovar la flota, pasándola a eléctrica.

¿Entre los actores clave en la industria del transporte por autobús y las autoridades de gobierno hay una colaboración para mejorar el sector? ¿Hay objetivos en común?

Con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estamos en medio de una consultoría en relación al análisis de la paramétrica de costos, la misma arrancó por el sector suburbano y en una fase siguiente se va a replicar en el transporte interdepartamental. La paramétrica está desactualizada, no sé si los números van a ser los mismos, pero sí los criterios con los que se llega a ellos. La paramétrica tiene dos defectos, por un lado, está desactualizada en cuanto a los criterios, y el otro es que es poco transparente dado que no se ha podido descubrir el origen de muchos criterios.

¿Cuáles son las características de esta consultoría?

Es una consultoría externa para no contaminar el análisis. En la misma se trató de hacer un análisis que refleje, en primer lugar, cuáles deben ser los criterios que debe tomar en esa paramétrica. En segundo lugar, y en esa etapa estamos con respecto al suburbano, se va a tratar de ponerle números y ver si existe algún tipo de desfase. Presumo que en los primeros meses del año que viene vamos a entrar ya en el análisis de la paramétrica del transporte interdepartamental.

¿Qué perspectivas tienen para el futuro del transporte por autobús en Uruguay? ¿Qué cambios o avances esperan ver en los próximos años?

Cuando se ingrese al análisis de la paramétrica, inevitablemente va a suceder una revisión y un análisis de una gran cantidad de líneas y turnos. Seguramente hay un montón de aspectos que están desatendidos y otros que están sobredimensionados. Por ahora no hemos querido ingresar en eso, más allá de que hay correcciones permanentes que muchas veces surgen de un reclamo. Es muy dinámico, sobre todo Canelones o Ciudad de la Costa, donde se genera una acumulación de gente porque surge un barrio o porque crece una determinada ciudad. Estamos atendiendo permanentemente esas situaciones, muchas veces lo manejamos como plan piloto para evaluar si realmente existe una mayor demanda que requiera una mayor oferta o si es circunstancial.


El control y la seguridad vial

Hace algunos meses hubo una seguidilla de accidentes a nivel interdepartamental. ¿Cómo se maneja la seguridad vial en el sector?

No son el Ministerio y la DNT los únicos con competencia en ese sentido, te diría que vienen en un segundo lugar después de otros organismos como la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev). Por tal motivo, mantenemos con este tipo de organismos una coordinación permanente. Si uno mira los números, los accidentes con fallecimientos vinculados al transporte de pasajeros no superan el 1,5% del total; aunque es verdad que hubo una serie de eventos, en enero uno, y después hubo tres seguidos durante los primeros días de setiembre. Apenas sucedieron estos, la preocupación más grande fue tener la certeza de que no había sido consecuencia de malas condiciones de descanso ni de algún problema estructural vinculado a los vehículos.

¿Y alguna de esas cuestiones se constató? ¿Cómo se actúa desde el Ministerio al respecto?

Todos los vehículos de pasajeros, igual que los de carga, son sometidos periódicamente a una inspección técnica vehicular que hace un servicio que está tercerizado, algo que ya se arrastra desde hace varios años y donde hay una empresa multinacional que las realiza periódicamente. En todos los casos mencionados estaba vigente la inspección técnica vehicular, con lo cual cabe presumir que las condiciones de seguridad eran las ideales. Después se tuvo que chequear cuál era la condición de los choferes y nos encontramos con que previo al accidente uno había descansado entre ocho y 10 horas, dándose el accidente producto de un error humano; el otro había descansado 14 horas, asociándose el desenlace a una cuestión del destino, y el tercero, era el primer día que se reintegraba de sus vacaciones anuales y el problema fue producto de la niebla y el clima. En definitiva, no fueron consecuencia de ningún tipo de omisión, falta de control o de irregularidad.


Un afectuoso saludo

¿Qué mensaje le gustaría transmitir en el marco de este aniversario número 40?

En primer lugar, felicitar a la gremial. Es muy difícil consolidar cualquier grupo y más aún un grupo empresarial, donde más allá de los intereses, son competidores entre sí. Mantener ese equilibrio demanda un gran esfuerzo, seguramente hay mucha gente tejiendo a favor del interés común. Anetra es un ejemplo a seguir por parte de otras entidades gremiales, ya que por encima de todo existe un interés común, el de brindar un buen servicio.