En conversación con CRÓNICAS, el experto en Relaciones Internacionales, Ignacio Bartesaghi, comentó las perspectivas de Uruguay de cara al establecimiento de acuerdos de comercio internacional. Puntualizó, además, en las expectativas depositadas en la carta que enviará el gobierno uruguayo al Cptpp (Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico) el 1º de diciembre próximo. Sobre este tema, el experto señaló: “Uruguay necesita apertura de forma urgente, pero no lo veo tan fácil”.
Por Matias Kapek | @matias_kb
En los últimos días se ha mostrado por parte de diferentes actores ciertas expectativas al respecto del anuncio hecho por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou. El mandatario comunicó a los líderes de la coalición y al presidente del Frente Amplio que presentará una carta de adhesión al Acuerdo Transpacífico.
Esta iniciativa, según entiende Bartesaghi, “es una buena señal”. Destacó que es la manera de formalizar el interés de adhesión, pero que se trata solamente del inicio de un proceso que “no es fácil y que puede llevar mucho tiempo”. En esta misma línea, aclaró que, en este momento, el único país que está siendo evaluado por el Cptpp para su ingreso es Reino Unido.
Más allá del interés de Uruguay, hay otros países que ya solicitaron oficialmente el ingreso y que aún no están siendo evaluados. Se trata de China, Taiwán, Corea del Sur, Ecuador y Costa Rica. El especialista señaló como ejemplo que en el caso del Reino Unido, la presentación de la nota de ingreso tuvo lugar en febrero de 2021 y que los grupos de trabajo del Cptpp aún siguen enfocados en su evaluación.
La evaluación del ingreso de Uruguay al bloque comercial, según comentó el experto en Relaciones Internacionales, dependerá de la voluntad política de sus miembros. Hizo énfasis en que este acuerdo tiene disciplinas muy ambiciosas en muchos capítulos que implicarían que Uruguay deba discutir cambios en su reglamentación nacional.
Comentó que se trata de cuestiones que ya están estipuladas, ante las cuales no es posible sentarse a negociar. Según analizó, luego de la evaluación, se puede solicitar hacer cambios, como por ejemplo en la legislación de empresas públicas, de compras del Estado o incluso de servicios. Este tipo de cuestiones, según comentó, implicaría “discusiones a nivel nacional profundas”.
El especialista explicó que de alguna manera estas discusiones ya empezaron. “La discusión para presentar la nota demoró seis meses”, señaló. En este sentido, complementó haciendo referencia a que tampoco hay un acuerdo total en que se deba presentar la nota. El único que dice que hay que avanzar es el Partido Nacional, puntualizó.
Beneficios arancelarios y sectores beneficiados
Bartesaghi resaltó que en caso de lograr entrar con éxitos al bloque comercial, los mercados más importantes que forman parte del bloque y con los que aún no se tiene beneficios arancelarios son Japón y Vietnam.
Más allá de lo que es la concreta obtención de beneficios arancelarios, el ejecutivo aseveró que es relevante asumir las disciplinas y prácticas de comercio que impone el acuerdo, ya que entiende que pueden dar lugar a “favorecer el entorno de negocios y la captación de inversiones”
Dentro de las posibilidades de negocio con el mercado internacional, las exportaciones ocupan un lugar importante. Teniendo en cuenta los nuevos mercados con los que de forma hipotética se obtendría beneficios arancelarios, el experto comentó que el sector más beneficiado, a priori, sería el agroindustrial.
De forma específica, hizo referencia a que “la carne, los lácteos y otros productos agrícolas se verían beneficiados por este acuerdo en lo que respecta a sus exportaciones”. No dejó de lado también los beneficios que pueden tener lugar a través de las importaciones. “Japón es un proveedor de tecnología y muchos de estos productos todavía pagan aranceles en Uruguay”, comentó.
Los otros frentes de acuerdo
Más allá de lo valioso que puede ser la posibilidad de lograr la adhesión al Cptpp, Bartesaghi fue claro en que el acuerdo comercial que entiende más cerca a concretarse es el que se ha estado planificando con China. Comentó que el estudio de factibilidad ya está hecho y que ahora lo que sucede es que el país asiático se encuentra en un proceso de consultas internas.
En cuanto al trabajo en un acuerdo comercial por parte del Mercosur con la Unión Europea, el especialista subrayó que en realidad este ya está cerrado. “Debería haber iniciado un proceso de revisión jurídica para comenzar con el proceso de incorporación; eso se frenó por temas medioambientales y las diferencias con Bolsonaro”, complementó.
En este momento, el Mercosur se encuentra a la espera de que la Unión Europea presente una nueva propuesta, explicó. Según entiende, el bloque va a esperar que cambie el gobierno en Brasil.
Concluyó que estamos frente a “un 2022 muy malo para Uruguay y para el Mercosur, con prácticamente todas las negociaciones de la agenda paralizadas”. Además, agregó que espera un 2023 “marcado por la incertidumbre de un Lula que todavía no sabemos qué piensa”.