Entender, idear, validar y definir: sprint de innovación

Columna> Cámara de Industrias del Uruguay

ImpulsaLab, el primer Laboratorio de Innovación del sector industrial, culminó con la primera convocatoria denominada Sprint de Innovación, una metodología mediante la cual cinco pequeñas y medianas empresas industriales nacionales (pymes) integraron procesos de innovación durante ocho semanas de trabajo de la mano del consultor especializado D.I. Marcelo Carretto.

ImpulsaLab, el Laboratorio de Innovación del proyecto Impulsa Industria, tiene como objetivo principal la cocreación de ideas y proyectos entre empresas industriales, emprendedores, investigadores, estudiantes y servicios conexos a la industria. Para ello, desarrolló servicios de apoyo técnico e instancias de formación a medida de las empresas, buscando de esta forma apoyar de manera integral a la industria.

Uno de estos servicios es el Sprint de Innovación, cuyo propósito fue la incorporación de procesos de innovación, mediante la aplicación de metodologías ágiles aportando flexibilidad y eficiencia al modo de trabajo de las empresas según sus condiciones. A su vez, esta metodología permite testear poco a poco las ideas a implementar en las empresas. La estrategia de trabajo práctico se basó en “aprender haciendo” durante cuatro talleres de formación grupales, más trabajo de campo autónomo y cuatro instancias individuales de intercambio con el consultor de forma escalonada. 

Las cuatro etapas del proceso de innovación

Las cuatro capacitaciones presenciales se realizaron en el espacio físico del ImpulsaLab, ubicado en el cowork del Parque Tecnológico del LATU, donde las cinco pymes trabajaron en innovar con metodologías ágiles. La primera etapa se caracterizó por entender al usuario, posteriormente definieron el problema de su negocio e idearon una solución para que potencialmente se aplique. El paso siguiente fue construir experimentos para testear y conocer si la idea elegida se podía llevar a cabo o se debía desistir con esa propuesta. Todas estas etapas fueron guiadas por el consultor Carretto, que con material teórico y ejercicios prácticos motivó a los participantes a aplicar los conocimientos aprendidos y exponer sus resultados en el espacio de formación.

En la primera instancia, el 17 de agosto, las empresas se focalizaron en el cliente, mediante el pensamiento de diseño; que es la mentalidad que tiene como objetivo mejorar la situación de las personas mediante sus experiencias y enfocarse en las necesidades. Para ello, el docente planteó el trabajo de campo a cada empresa, el cual implicó diseñar una encuesta para validar con los clientes la existencia y relevancia del problema. Luego, las pymes compartieron los avances del trabajo de campo, analizaron datos e información procesada, aclararon sus dudas y los pasos a seguir. Este trabajo derivó en descartar o redefinir el desafío identificado.

Para clarificar el concepto “desafío”, Carretto afirmó: “…no se trata de una solución, es un problema en la experiencia del usuario que invita a buscar soluciones innovadoras con enfoques variados”.

El 31 de agosto se dictó la segunda capacitación en el marco del Sprint de Innovación, la cual se centró en el desarrollo de ideas y soluciones. Además, se caracterizó por ser más dinámico que el anterior; durante la primera etapa de ideación se buscó generar tantas ideas como sea posible, mientras que en la segunda, se trabajó en acotar y seleccionar las mejores ideas para perfeccionarlas.

Por consiguiente, la tercera capacitación, dictada el 14 de setiembre, hizo foco en realizar experimentos para validar aprendizajes. La metodología de esta capacitación implicó construir hipótesis para testear, procesar la idea en experimentos y probar en clientes reales. Por lo tanto, los ejercicios planteados por el docente permitieron realizar un seguimiento exhaustivo al usuario desde la interacción hasta el post uso del servicio, llamado viaje de usuario. Esto facilitó comprender de mejor forma sus expectativas y definir un “cliente tipo”, que fue importante para optimizar su experiencia. 

Para finalizar, la última instancia se llevó a cabo el 28 de setiembre, donde el docente Carretto realizó un resumen de todo lo trabajado en estos talleres. Además, los participantes expresaron su devolución personal y destacaron los intercambios que permitieron ayudarse entre las empresas. 

Para dar cierre a este servicio, el consultor y la encargada de gestionar el Laboratorio de Innovación, Jimena Ortiz, visitarán las empresas participantes, donde realizarán una devolución individual de estos dos meses de trabajo en conjunto y entregarán un informe final.

ImpulsaLab es una de las líneas de acción de Impulsa Industria, un proyecto ejecutado por la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) y apoyado por el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP).

 

Más información:

impulsalab@ciu.com.uy

www.impulsaindustria.com.uy