Un posible plebiscito para solucionar un problema transversal a toda la población

Por: G. Roel Bottari (*) | @roelbottari

A principios de mes el Senado de la República decidió que el proyecto de ley propuesto por el senador Guido Manini Ríos sobre reestructuración de deudas de personas físicas volviese a comisión. Esto es muy extraño ya que desde la comisión el mismo había sido aprobado por unanimidad. El mensaje es claro: en estos procedimientos el proyecto y su discusión quedarán en el olvido de algún recoveco del edificio del Poder Legislativo. 

La voluntad del sistema político para poner en agenda uno de los principales problemas de nuestra nación es nula.

Casi un millón de orientales se encuentran en el clearing de informes (prácticamente un tercio de la población de nuestro país) y de ese millón es elevadísimo el porcentaje de compatriotas que son calificados como deudores “incobrables” según el Banco Central del Uruguay (BCU). Esto implica la muerte civil para las personas, es decir, que no puedan acceder a ningún tipo de crédito, garantías ni a poder contratar servicios esenciales.

Este cáncer que padece nuestra comunidad se ha ido expandiendo con la complicidad de un Estado que ha beneficiado a las financieras permitiendo que cobren intereses usureros y facilitando préstamos a personas que por sus características socioeconómicas era evidente que nunca podrían afrontar. 

Cabildo Abierto y el general Manini, una vez más, “han tomado el toro por las guampas” y han puesto encima de la mesa un tema que el sistema político ha ignorado con dolo. Cabildo ha demostrado otra vez que en su eje de acción constantemente están presentes los más frágiles de nuestra sociedad. Aquellos a quienes todos los políticos quieren captar en elecciones, pero ninguno hace nada para que mejoren sus condiciones de vida cuando gobiernan.

Por eso desde Cabildo Abierto con vehemencia y clara voz se denuncia la criminalidad de esta situación vergonzosa.

Con las últimas actuaciones del Senado de la República de “dormir” un asunto tan trascendental como el mencionado, es que se analizan acciones a seguir desde la fuerza del general Manini.

Si el sistema político sigue “mirando para el costado” habrá una convocatoria popular de juntada de firmas para realizar un plebiscito constitucional. Esta convocatoria que en un principio nace de Cabildo Abierto, ya es de todos, porque el problema es transversal a toda la población, donde el deudor no tiene color político. Es impresionante la cantidad de compatriotas apolíticos, frenteamplistas, colorados, blancos y violetas que en redes sociales se han ofrecido como voluntarios para la juntada de firmas. Poco les importa quién lo propone, sino la verdad en la propuesta. 

Es sobre sentido común contra complicidad y es una cuestión estrictamente de justicia. Es un proyecto razonable.

Hace unos días en un foro realizado por jóvenes en el Parlamento con autoridades educativas como testigos, una de las propuestas fue incluir en los planes de enseñanza nociones sobre economía financiera, siendo el principal argumento que las juventudes tengan las herramientas necesarias para evitar terminar en clearing y calificados como grado cinco por BCU. ¡Salud por esos jóvenes! Tienen claro que con las pocas herramientas que brinda el sistema educativo y el marco legal vigente son candidatos firmes al camino de la lista negra de deudores y a ser esclavos de un sistema perverso y parasitario. Es importante insistir en que el proyecto de reestructura es razonable.

Es razonable para los deudores al no quedar sometidos de por vida a la muerte civil, es razonable para el país y es razonable para las empresas prestamistas. No es razonable para los usureros.

De no concretarse una solución en el corto plazo de reestructuración de deudas, los orientales encontraremos un nuevo motivo de unión en las calles. Así como nos une el fútbol cuando juega Uruguay, pronto nos va a unir la búsqueda de firmas para convocar un plebiscito que erradique esta enfermedad que padece un tercio de la nación.

Y no será una victoria de Cabildo Abierto o tal o cual partido político, sino una victoria nacional y ciudadana.

(*) Diputado (s) de Cabildo Abierto.