El Banco Central Europeo (BCE) resolvió ayer jueves un nuevo recorte de sus tasas de interés, en el rango de 25 puntos básicos, acumulando la quinta baja consecutiva desde junio pasado.
De acuerdo con el anuncio, la tasa de interés de la facilidad de depósito, las principales operaciones de refinanciación y la facilidad marginal de crédito, bajarán a 2,75%; 2,9% y 3,15%, respectivamente.
La decisión responde a una evaluación actualizada de las perspectivas de la inflación, la dinámica subyacente del indicador y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, detalló el BCE en su comunicado.
Al entender de la entidad, los recientes descensos en sus tasas de referencia están abaratando gradualmente los costos de financiación para hogares y compañías.
Sin embargo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, reconoció que la economía sigue afrontando “vientos en contra”. En rueda de prensa luego de la reunión, subrayó las dificultades de la eurozona, cuya economía quedó estancada en el cuarto trimestre de 2024 y seguirá siendo débil en el corto plazo.
Lagarde insistió, además, en la necesidad elevar la productividad y la resiliencia de la Unión Europea (UE) y, en tal sentido, alabó la hoja de ruta propuesta por el Ejecutivo comunitario para reanimar la actividad empresarial, bajo el título de Brújula de la Competitividad.
La oficina de estadísticas de la UE (Eurostat) confirmó el crecimiento nulo del PIB de la eurozona a finales del año pasado.
Los retrocesos en Alemania y Francia, unido al estancamiento de Italia, las tres mayores economías del bloque, justificaron el magro desempeño, según avalan los datos.
Para el conjunto de los 27 países de la UE, Eurostat estimó que en el cuarto trimestre hubo un avance de apenas 0,1 puntos porcentuales, y de 0,8 por ciento en todo 2024.
Mientras el incremento promedio del PIB de la eurozona cerró en 0,7 por ciento como resultado anual, señaló la publicación.