La economía china superó previsiones oficiales y creció 5,2% en 2023, pero “aún no tiene una base sólida”

“Podría lograr un aterrizaje suave en 2024 con una recuperación limitada y marginal del sector inmobiliario”

El PIB de China creció el año pasado 5,2%, superando las estimaciones oficiales y cuyo resultado no es consecuencia de “estímulos amplios”, sino de “factores internos”, según destacó el primer ministro Li Qiang. Sin embargo, un análisis realizado por BBVA Research, advierte que para 2024 la recuperación en curso “aún no tiene una base sólida” y advierte que “el profundo ajuste del mercado inmobiliario y el sobreendeudamiento de los gobiernos locales siguen siendo los principales riesgos”.

El Producto Interior Bruto (PIB) de China creció un 5,2%, por encima del objetivo oficial del 5% fijado el año pasado, según informó el primer ministro chino Li Qiang, quien destacó que dicho impulso “no es el resultado de estímulos amplios» sino de «factores internos». La expansión  fue muy superior al 3% que se había registrado en 2022, cuando el país todavía lidiaba contra la pandemia con una política de “covid cero” que implicaba estrictos cierres de actividades.

El PIB y las actividades económicas del cuarto trimestre de 2023 también son mejores de lo esperado en medio del reciente apoyo político. La tasa de crecimiento interanual del cuarto trimestre alcanzó el 5,2% interanual, superior al 4,9% interanual del tercer trimestre de 2023, aunque el crecimiento intertrimestral del PIB del cuarto trimestre se moderó del 1,3% al 1%.

El crecimiento registrado se respaldó principalmente en el consumo (en particular la recuperación del sector de servicios), la producción industrial, la inversión en infraestructura y las exportaciones.

Pese a los buenos resultados, un análisis realizado por BBVA Research interpreta que en 2024 la recuperación en curso “aún no tiene una base sólida” y advierte que “el profundo ajuste del mercado inmobiliario y el sobreendeudamiento de los gobiernos locales siguen siendo los principales riesgos, y estas dos cuestiones están altamente correlacionadas”. Asimismo, el entorno deflacionario y los riesgos geopolíticos persistirán.

De esta forma, BBVA mantiene su previsión de PIB para 2024 en 4,4%, mientras que el consenso de analistas divulgado por Bloomberg estima una expansión de 4,5% y el FMI de 4,2%. Por su parte, se prevé que el gobierno fije el objetivo de crecimiento para este año en “alrededor del 4,5% al 5%”.

Además, las políticas monetaria y fiscal seguirán siendo expansivas en 2024 para apoyar la recuperación del crecimiento y reconstruir la confianza del mercado. Desde la perspectiva de la política fiscal se espera una expansión del gasto, así como recortes de impuestos y de tasas de interés. En cuanto al plano monetario, si bien el entorno deflacionario ofrece margen para medidas de flexibilización, estas estarán más bien focalizadas y se aplicarán más herramientas cuantitativas.

Riesgos

De acuerdo al análisis de BBVA Research, los riesgos en China para 2024 se centran en el mercado inmobiliario, la deuda de los gobiernos locales, la reubicación de la cadena de suministro fuera de China y la geopolítica. Sin embargo, se interpreta que los riesgos financieros sistémicos no existen en China en la etapa actual, dada la política monetaria prudente y una serie de medidas preventivas de regulación financiera.

El mercado de la vivienda es considerado la principal prioridad del riesgo, por lo que se espera una fuerte intervención gubernamental. “Estas políticas de apoyo no sólo incluyen la reducción de la tasa de interés de las hipotecas existentes, la reducción del índice de pago inicial y la flexibilización de las condiciones para la compra de una segunda vivienda en varias ciudades, (…), sino que también incluyen una gestión cuidadosa del incumplimiento”.

En cuanto al riesgo geopolítico, se ha logrado una mejora marginal recientemente en medio de las comunicaciones de alto nivel entre China y EEUU, pero la elección presidencial genera muchas incertidumbres para la relación bilateral en el futuro. A largo plazo, la guerra comercial, la guerra tecnológica y la guerra financiera con EEUU persistirán.

“Con base en lo anterior, creemos que la economía china podría lograr un aterrizaje suave en 2024 con una recuperación limitada y marginal del sector inmobiliario. En el nuevo año, cómo revertir el malestar inmobiliario y equilibrar las medidas de estímulo y la estabilidad financiera es siempre un desafío constante para las autoridades chinas”, concluye el reporte de BBVA.