Economía mundial tiene un panorama de “vacas flacas” con mayoría de escenarios negativos

Prácticamente todos los emergentes están peor que en 2007


Para el destacado economista uruguayo Arturo Porzecanski, los mayores riesgos globales pasan por un endurecimiento brusco de la política monetaria, una caída abrupta de los mercados bursátiles, la desaceleración de China y los problemas de la Unión Europea. Dijo que confía en el programa económico argentino, pero evaluó que el año que viene deberán “decidir qué modelo de país quieren”. Para Brasil, estimo que “el principal desafío de Bolsonaro es conseguir el apoyo para llevar adelante las reformas necesarias”.

Por Ricardo Delgado | @ricardo_dl

Porzecanski es uruguayo, pero asegura que no es “de esos uruguayos” que siguen de cerca lo que pasa en el país. “Les confieso, hace cincuenta años que me fui del Uruguay, y cuando me estaba subiendo al avión pensé que era por un año”, dijo el experto durante su disertación “Perspectivas para mercados emergentes y Cono Sur en un escenario de incertidumbre” organizada por la Academia Nacional de Economía y CFA Society Uruguay.

El Profesor Distinguido de la American University y profesional financiero especializado en Economía, con una destacada trayectoria en investigación y estrategias en Wall Street, evaluó que “estamos en épocas de vacas flacas” y al mirar “hacia el horizonte” y  “más allá de los ciclos” las perspectivas no son para nada alentadoras. Dijo que al sentarse a analizar y pensar “cuantos escenarios negativos se me ocurren y cuantos escenarios positivos se me ocurren, (…) yo veo más escenarios negativos”.

 

 

Riesgos varios

Entre los riesgos que identificó para la economía mundial, Porzecanski mencionó en primer lugar que teme que el proceso de normalización de las tasas de interés en las economías desarrolladas termine siendo menos gradual y más brusco de lo que se espera. Ello sucedería si la inflación en Estados Unidos aumenta de forma sustancial y traería importantes turbulencias en los mercados financieros. “Mi nariz me dice que hay olor a inflación”, dijo el experto, agregando que “la inflación que se está generando en Estados Unidos va a ser importante” y puede llevar a que la Fed deba actuar aumentando la tasa de interés más de lo previsto para contener el alza de precios. “Yo que ustedes estaría más preocupado que los mercados”, aconsejó a los presentes, explicando que “el día en que los mercados se den cuenta, la Fed va a tener que reaccionar y subir mucho la tasa de interés”. “Eso va  a generar olas fuertes”, agregó.

Otro riesgo global está relacionado a los mercados bursátiles, que “podrían tener una gran caída”. Explicó que en los últimos meses se han visto “correcciones” en los principales índices bursátiles, pero “dentro de un rango moderado”. Sin embargo, opinó que “el mercado está caro” lo que implica que puede haber una baja importante “que no tiene nada que ver con el ‘sustito’ de estos días”. No obstante, descartó ajustes de la magnitud de los acontecidos durante la crisis financiera del 2008.

La desaceleración de China fue el tercer riesgo mencionado. Explicó que “a los mercados parece no importarle” el menor dinamismo del gigante asiático,  pero valoró que un desaceleración importante “puede volver a sacudir a los mercados” financieros, y también podría impactar a la baja en el precio de los commodities debido a una menor demanda esperada.

El último riesgo que observa a nivel internacional está en Europa: una región que –opinó- “sigue muy complicada”. Si bien supone que el Banco Central Europeo (BCE) va a ir retirando sus estímulos de forma paulatina, los problemas internos como el Brexit o los inconvenientes presupuestales de Italia, generan gran preocupación. “Hay que seguirlo de cerca”, evaluó Porzecanski para quien los problemas en el viejo continente pueden traer consigo “mucha incertidumbre”.

Discriminación positiva

A nivel de mercados emergentes, señaló que los movimientos de los últimos meses demostraron que en momentos de calma “los inversionistas discriminan bien” y “castigan a los que tienen que castigar”, refiriéndose a los casos de Turquía y Argentina. “Ahora discriminan porque no hay pánico”, señaló.

Sin embargo, alertó que “prácticamente todos los emergentes están peor ahora para afrontar un golpe que en el 2007”. Las economías están “menos preparadas” para una reversión de las condiciones financieras. En ese sentido, explicó que “no hay grados de libertad para hacer una política fiscal contracíclica”, lo que puede llevar a que muchos Gobiernos deban ajustar su gasto e impuestos “en el peor momento del ciclo”.

“Si por casualidad viene alguno de estos shocks exógenos negativos la capacidad de reacción va a ser muy diferente a la de 2009-2010, cuando muchos Gobiernos dijeron ‘¿cayó la recaudación? No importa, gastamos’”, sostuvo.

Para el experto, “en muchos países no se atacaron los problemas de la ineficiencia en el mejor momento y quizás lo deban hacer en el peor momento”.

Una buena noticia para Porzecanski  es que “gracias a dios los temas financieros no están en la mira de Trump”. Explicó que si bien en la agenda conservadora de los Republicanos se encuentra recortar el tamaño del FMI y del Banco Mundial, en los hechos no la ha llevado a cabo. Incluso se llegó a un acuerdo para aumentar el capital del Banco Mundial.  Ello permite que los organismos internacionales tengan la capacidad de ayudar a los países que enfrenten dificultades, como lo hizo el FMI con Argentina. “Nuestro cuerpo de bomberos puede estar desnutrido, pero el cuerpo de bomberos de Washington no”.

Región

“Argentina me tenía muy preocupado”, confesó Porzecanski, quien bromeó que “es fácil ser escéptico con Argentina” ya que “en un 98% de los casos (es) con razón”. Estimó que Macri aplicó tras su llegada al Gobierno un ajuste “muy gradualista” bajo el argumento de que era importante mantener la mayoría parlamentaria en las elecciones de medio término. Pero una vez superada esa instancia “los mercados se dieron cuenta” que no iba a haber un ajuste mayor, y ahí se gestan los problemas de este año. Fundamentó que tras el primer acuerdo con el FMI y las primeras medidas adoptadas continuó escéptico, ya que entendía que a las medidas fiscales le faltaba el complemento de medidas monetarias. Sin embargo, reconoció que el segundo acuerdo “dejó claro que la pata monetaria estaba ahí”. “Ahora si le tengo más confianza al programa argentino”, señaló.

No obstante, Porzecanski  señaló que sorprenden los altos niveles de apoyo con que aún cuenta Cristina Fernández, tras lo que fueron los casos de corrupción ocurridos durante su administración. En ese sentido, estimó que las próximas elecciones los argentinos “tendrán que decidir qué modelo de país quieren”.

En cuanto a Brasil, explicó que el principal desafío de Bolsonaro es conseguir el apoyo que tiene que hacer para llevar adelante las reformas necesarias. “El ajuste que hay que hacer es enorme”, señaló. En una primera evaluación, señaló que el equipo económico elegido “es muy bueno”, pero que deberá ver cómo logra los ajustes, ya que si no lo hacen se corre el riesgo de que los mercados le pasen factura como a Macri en Argentina.


Elecciones: “Van a elegir si quieren más de lo mismo o si quieren algo diferente”

Si bien Porzecanski reconoció que no sigue al detalle los temas de Uruguay, si tuvo algunos comentarios generales del país que fueron desde una crítica a su conservadurismo hasta elogios por la reputación lograda.

Para el experto, es claro que “el panorama no anda tan bien como antes”, en medio de un “vecindario (que) es bastante truculento”. En ese marco, señaló que los uruguayos “van a tener una elección el año que viene donde van a elegir si quieren más de lo mismo o si quieren algo diferente”.

Porzecanski explicó que la sociedad uruguaya “es muy conservadora, donde se oponen a los cambios radicales” y hay un “deseo de continuidad, donde queremos tener mañana más o menos lo que tenemos hoy y ayer”. “Eso no es en lo que yo me convertí, a mi me gusta una economía dinámica”, comentó.

Reconoció que ese conservadurismo “previene los peores escenarios”, como los que se han visto en la región, “pero también previene los cambios para mejor”. Aseguró que esos cambios “son necesarios”: “no se puede hacer un omelette sin romper huevos”.

Más allá de eso, Porzecanski subrayó que para los inversores internacionales “Uruguay tiene un muy buen nombre” y “se le reconoce todo el mérito que ha hecho”. En ese sentido, sostuvo que en los mercados “la reputación perdura” y actualmente distinguen al país como “algo diferente de Argentina y Brasil”.

En ese sentido, dijo no estar preocupado por Uruguay en sí mismo, aunque sí lo está si sucede algún acontecimiento global “que afecte a todos los emergentes”. “Porque ahí (los mercados) le van a dar palo a Uruguay como le van a dar palo a todos los emergentes”, aseguró.