Escenario de guerra en Europa abre oportunidad para ratificar el TLC Mercosur-Unión Europea

Desde España “empujarán” a favor cuando asuman la presidencia de la UE en 2023

El proceso de ratificación del TLC entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur se ha dilatado desde 2019 hasta el presente por objeciones de índole ambiental que presentaron Francia y Austria, aunque el primero tiene un tinte más bien proteccionista. La reelección de Emmanuel Macron en Francia puede posicionarlo como el “líder” que no se ve en Europa, y el contexto de inseguridad alimentaria ocasionado por la guerra empujarlo a ceder sobre sus objeciones, según analizó el consultor y miembro de Acadeco, Carlos Mazal.

Por: Ariana Vezoli

En el mundo turbulento y cambiante, donde las relaciones internacionales marcan el ritmo de crecimiento y desarrollo de cada nación, el pueblo francés reeligió a su presidente para ocupar el cargo por otro período.

Emmanuel Macron se ha convertido en una figura internacional clave y ha intentado mediar en el diálogo entre Rusia y Ucrania, aunque sin grandes éxitos. 

Algunos analistas entienden que la ausencia de un líder en Europa le permitió a Macron intentar posicionarse como tal. 

“Desde la salida del Reino Unido (de la UE) y la salida del gobierno de Ángela Merkel, queda Macron en la imagen de líder de la UE”, comentó a CRÓNICAS Carlos Mazal, miembro de la Junta Directiva de la Academia Nacional de Economía (Acadeco). Sin embargo, advirtió que “aún así, no he detectado en su primer gobierno ningún tipo de liderazgo, inclusive, ha coqueteado con la derecha”. 

El entrevistado advirtió que le preocupa la ausencia de liderazgo en los países de la UE ya que -comparando con el escenario de salida de la Segunda Guerra Mundial-, habría sido más fácil la gestión de vacunas para el covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania tendría lugar de discusión a otros niveles.

“Lo que celebramos (con el triunfo de Macron sobre Marine Le Pen) fue otro castigo contra alguien de extrema derecha, potencialmente peligroso para Francia y para la UE. Pero tampoco hay grandes razones para celebrar la elección”, dictaminó el licenciado en Ciencias Políticas.

Es ahora

A pesar del ambiente turbulento, el directivo de la Acadeco entiende que al Mercosur se le abre una oportunidad para finalmente concretar la validación de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la UE.

“Al desatarse una guerra contra países que, en definitiva, lo que producen se transforma en alimentos para innumerables países, se ha roto el eslabón de la cadena de suministro de alimentos. Esto significa inseguridad alimentaria, y ahí es cuando Macron, que fue el que menoscabó el acuerdo con Mercosur, podría repensar que hoy más que nunca el grupo es importante para reconstruir esa cadena de suministro, ya sea entre los cuatro o entre países individuales”, auguró Mazal.

Este acuerdo, que ya ha sido firmado pero debe ser ratificado, ha quedado en stand-by desde las objeciones que hizo un grupo de países con Francia y Austria a la cabeza, que esgrimieron motivos medioambientales para rechazar el acuerdo, aunque por detrás están jugando los intereses proteccionistas de estos países.

Cuando se solicitó desde el Mercosur una carta que argumente la posición y explique los requerimientos se frenó el proceso, ya que la carta nunca llegó.

“En la parte de seguridad alimentaria seríamos el grupo de países ideales para poder satisfacer esa demanda. Aunque es terrible hablar de esto cuando hay una guerra, se necesitan alimentos, nosotros los tenemos, y podría dar pie a un nuevo intento de negociación sobre esa base”, apuntó el ejecutivo.

No obstante, aclaró que el “proteccionista es Macron”, y por tanto, no ve razones por las que podría haber cambiado su posición, salvo que se ponga sobre la mesa el tema de la inseguridad alimentaria.

“Ahora, si quieren tener algún tipo de control sobre la Amazonía como territorio y riquezas, están esperando en vano. La Amazonía no es solo Brasil, son ocho países en la cuenca. Pueden estar dispuestos a cooperar y hacer concesiones. Pero si lo ven como parte de su gobernanza global, no va a funcionar con Brasil, y es el 70% de la Amazonía”, dictaminó el entrevistado.


España se pone la camiseta

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, consultado en el Senado por la Estrategia de Acción Exterior que desarrolla su gobierno, respondió que es de “vital” necesidad la ratificación del acuerdo entre la UE y el Mercosur en el contexto que atraviesa el viejo continente, según informó la agencia de noticias EFE.

“No hay región más euro-compatible que América Latina”, dictaminó, y agregó que le genera “frustración” que el acuerdo se encuentre estancado por la visión proteccionista de algunos socios (refiriéndose a Francia), pero que es necesario que el resto de los 26 socios estén de acuerdo. En este sentido, añadió que el gobierno español “empujará” para que se ratifique en 2023, año que España asumirá la presidencia de la UE.

Otro antecedente que manifiesta las intenciones del gobierno español en concretar el tratado data de mayo del año pasado, cuando el presidente Pedro Sánchez le expresó a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, su voluntad por “desbloquear” el tratado con el Mercosur y acelere los procesos con México y Chile.

Sánchez hizo hincapié en la “importancia estratégica” de Latinoamérica. 


TLC con Turquía comienza “con un problema”

CRÓNICAS también consultó a Mazal sobre el polémico gesto del canciller turco, Mevlüt Çavuşoğlu, en su visita a Uruguay, que generó rechazo ante la población en general pero principalmente  en la comunidad armenia que existe en el país.

“Sorprende que no se hayan fijado que coincidían las fechas. Y de no alertar al visitante turco. Porque el gesto fue un insulto, una provocación innecesaria, a una colectividad que es importante para Uruguay y que pone todo en juego. Por supuesto que lo van a llamar, pero hace que desde ya el TLC comience con un problema”, aludió Mazal.

Por esta línea, añadió que los aranceles que paga Uruguay al exportar su producción a Turquía no son tan altos para justificar un “full TLC”, a excepción de los que le imponen a los productos agropecuarios que alcanzan el 250%.

“A no ser que estén dispuestos a negociar en el sector agropecuario, se justifica cuando, por ejemplo, Australia y Nueva Zelanda tienen acceso con carne a Japón y nosotros pagamos tres veces lo que pagan ellos”, argumentó el entrevistado.

Además, confesó que “preocupa de alguna manera” las influencias que tiene el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, del “imperio Otomano”, pero son menores en comparación con las preocupaciones que le generan un full TLC con China.

“Con China es otro estilo de comercio, va mucho más allá del intercambio de bienes y servicios. Puede forzar a tomar decisiones del orden político, entre otros. Y eso es lo que no me convence, por eso soy contrario a la firma de un «full» TLC. Me parece que, como hizo Chile al principio, se podría firmar un convenio de ambición limitada y vender cuatro o cinco productos y comprar los mismos. Pero ya es nuestro primer socio, y es la razón del presidente de buscar otros países”, concluyó Mazal.