Juan Martínez, presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales del Uruguay (CCE)
Para el presidente de la CCE, Juan Martínez, toda crisis es una oportunidad para innovar y emprender nuevos desafíos. Bajo esta premisa, alienta a los empresarios a mirar la actualidad con “mente abierta” para lograr un mayor desarrollo económico y social del Uruguay.
¿Cuáles son las expectativas que tiene para el sector empresarial –nucleado en la Confederación-, para 2021, teniendo en cuenta el contexto por el que atraviesa el país y el mundo, como así también la desaceleración mundial de la economía?
Es de esperar dos etapas bien diferenciadas: el primer semestre, donde se logrará estabilizar la desaceleración; y el segundo semestre, donde comenzará la reactivación y el crecimiento de la economía local y mundial. Es evidente que alguna unidad productiva no podrá sostenerse y se reconvertirán, pero el mayor desafío es captar divisas que permitan recuperar el mercado del trabajo. Sin duda, este será en un nuevo escenario donde la capacitación en nuevas herramientas será imprescindible.
¿Cuáles son los desafíos que tiene por delante el sector empresarial, y cuáles son los temas que más preocupan a la Confederación?
La CCE trabaja en temas de estructura y lo que los presidentes de las diversas cámaras que lo integran soliciten.
En tal sentido, es relevante encarar reformas en varias aristas, como en el sistema educativo. En este aspecto apoyamos al proyecto de Eduy21, con enfoque a promover la salida laboral en el marco de las necesidades del Siglo XXI.
Otro punto es la reforma de la seguridad social, con mayor eficiencia de costos y mejoras para los jubilados y pensionistas. También apostar a la mejora de la competitividad, tanto en relación a los costos internos de producción -tarifas a costos de generación-, como con el mundo -tipo de cambio-. También implementar una regla fiscal, incluir al informalismo en estructuras formales y promover una reforma del Estado, que debe ser más eficiente y con menores costos de gestión.
¿Qué evaluación hace la Confederación de la actuación de esta nueva administración de gobierno para lograr la reactivación? ¿Cuáles son los puntos altos en su gestión de cara al desarrollo del sector empresarial y, por el contrario, qué medidas o iniciativas falta aún impulsar?
La pandemia ha limitado la actuación de la nueva administración. No obstante, la ley de urgente consideración (LUC) incluye varios puntos de su programa de gobierno que apoyamos.
El manejo sanitario hasta la fecha ha permitido posicionar muy bien al país en el contexto internacional, que significaría una buena cosecha en la reactivación mundial de la economía.
Hay medidas, como la reactivación de la construcción, la captación de inversiones extranjeras, la apertura internacional, y la creación del Fondo Covid-19, que van en el sentido correcto para evitar una caída macroeconómica.
Sin duda hay mucha tela para cortar y temas a gestionar para lograr el desarrollo productivo del país. Algunos de ellos pasan por la mejora en la infraestructura y logística, negociar acuerdos bilaterales internacionales que permitan una mayor inserción de nuestros productos en el mundo, readecuar el mercado laboral mediante la reconversión y reinserción en la cultura del trabajo y demás.
¿Cuáles son las fortalezas que muestra el sector empresarial de nuestro país en este nuevo tiempo, denominado de nueva normalidad?
El sector tiene la gran fortaleza de su unidad y coherencia, que permitirá obtener logros en mejora de gestión y eficiencias productivas, que redundarán en más inversión y más trabajo calificado para nuestra gente.
¿Algo más para agregar?
Toda crisis es una oportunidad para innovar y emprender nuevos desafíos. Si salimos de la caja tradicional y miramos la situación con mente abierta, dialogando entre todos los actores sociales, tendremos la mayor oportunidad de impulsar el desarrollo económico y social del Uruguay. Está en nuestras manos conseguirlo.
