Susana Signorino: “Me pregunto si (el gobierno) realmente quiere que la Jutep trabaje como órgano superior contra la corrupción”

Susana Signorino, presidenta de la Jutep


“Fortalecer a la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep), dotándola de los recursos necesarios para el cumplimiento de su tarea”, era uno de los objetivos del “Compromiso por el país” firmado por la coalición multicolor en 2019. Sin embargo, en el Presupuesto Nacional aprobado en 2020, el Parlamento no le otorgó “casi nada” al organismo, según dijo a CRÓNICAS la jerarca. La necesidad más grande que tiene la junta es de recursos humanos, fundamentales para cubrir la demanda de investigaciones y estudio que cada caso requiere.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

Signorino fue propuesta por Cabildo Abierto para presidir la Jutep, pero aclara que su función es apolítica y que se investigará a personas de todos los partidos por igual.

La situación presupuestal del organismo que dirige le preocupa, y espera que el sistema político le otorgue a la junta la trascendencia que entiende que debería tener, en virtud de su cometido “tan importante”.

-¿Cómo fue su gestión en 2020 al frente de la Jutep?

-Nosotros asumimos el 21 de julio y no hubo una transición directa. No hay técnicos que nos pertenezcan, tenemos dos abogadas que están en comisión.

La Jutep antes era la Junta Anticorrupción y dependía del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), hasta que en el 2016 pasó a ser un servicio descentralizado, por exigencias internacionales. Como es el órgano superior contra la corrupción, es lógico que sea independiente.

Es un lindo desafío, pero a veces me veo un poco frustrada porque no tenemos muchos elementos para trabajar, sobre todo, recursos humanos profesionales, y eso nos limita bastante.

En cuanto a lo que hemos hecho, tenemos el portal de denuncias, que comenzó a utilizarse en marzo del 2020, al que puede acceder cualquier persona y denunciar en forma anónima; eso le da muchas garantías al denunciante. El año pasado se recibieron por esa vía –desde que nosotros estamos- 108 denuncias.

También asesoramos al Poder Judicial y a la Fiscalía en la parte de corrupción, ética y transparencia. Muchas veces nos piden informes en determinados expedientes penales.

Hemos recibido una cantidad de denuncias de violaciones de protocolos sanitarios. Si bien eso no tiene nada que ver con nuestra competencia, siempre las derivamos a quien corresponda y damos una respuesta.

Asimismo, en 2020, por primera vez, la Jutep tuvo que realizar la apertura de una cantidad de declaraciones juradas, en el entorno de 450, porque se amplió el espectro de personas cuyas declaraciones juradas debían publicarse. Fue un trabajo arduo porque lleva un proceso complejo y porque no tenemos escribano, no es fácil.

-Le plantearon sus necesidades al gobierno, pero el Parlamento no las aprobó. ¿Qué pasó en ese proceso?

-El 22 de julio ya estaba en elaboración el Presupuesto Nacional y la Jutep como inciso 34 debía elaborar su propio presupuesto. Ahí ya se había iniciado el proceso, donde se hacen unas tres rondas con el Ministerio de Economía y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. Este directorio fue a una sola de esas tres, porque ya estaba comenzado, o sea que entramos perdiendo. Después tuvimos que presentar el proyecto en el Parlamento y no nos dieron casi nada.

-De todo lo que solicitaron, ¿qué fue lo que aceptaron?

-Nos aceptaron la creación de un administrativo grado 13, que es el máximo, para poder hacer una carrera administrativa, porque acá los funcionarios ingresaron todos en comisión, porque dependían del MEC y el que quiso se incorporó a la Jutep como servicio descentralizado. Cada uno venía con su salario, entonces hay mucha desigualdad. Y son muy poquitos: tenemos 14 funcionarios.

Actualmente hay tres cargos de profesionales vacantes y estamos elaborando las bases para llamar a concurso. Eran dos cargos de contador y uno de bibliotecólogo, y pedimos que los dejaran libres, que fueran cargos profesionales para poder llamar a los que necesitamos, porque si no tengo abogado, no tiene sentido tener bibliotecólogo. Estaría bueno, si tuviera los otros me vendría bien porque hay muchas cosas para organizar, pero no es el caso; primero tengo que resolver los problemas que me plantea la gente, los posibles actos de corrupción. El Parlamento aceptó dejarlos libres.

-En el “Compromiso por el país”, la coalición asumió la responsabilidad de fortalecer a la Jutep con más recursos. ¿Por qué cree que no se cumplió?

-No sé, es medio fuerte lo que te voy a decir, pero en el fondo me pregunto si realmente quieren que la Jutep trabaje como órgano superior contra la corrupción. La tarea de la Jutep es muy importante. Uno se imagina que la corrupción es un acto grande, pero no, es pasar por delante de otro en la fila, colarse, o tener una pila de expedientes para trabajar por orden de llegada, o sea que tenés que empezar de abajo, y comenzar por el de arriba.

-En la misma línea de lo que usted plantea, su antecesor, Ricardo Gil Iribarne, dijo en una entrevista con CRÓNICAS: “No sentimos que el sistema político esté apoyando a la Jutep ni a otros organismos de control y eso es preocupante”, por la falta de recursos que existía.

-Seguimos igual. No nos entendieron mucho. Veremos en la Rendición de Cuentas de este año.

-¿Le preocupa la situación?

-Claro que sí, me preocupa, porque uno quiere trabajar bien, no por uno, por la Jutep, por la función que cumple. A veces me sucede que la gente no sabe lo que es. ¡Es el órgano contra la corrupción!

-¿Cuál es la mayor necesidad de recursos que tiene la Jutep?

-Son profesionales, pero no son tantos. Si se nos van las abogadas que tenemos en comisión, estamos fritos. También nos aprobaron que podamos incorporar a los que estén en comisión hace más de tres años. Se precisarían, más que nada, recursos humanos.

-¿Para cubrir la demanda que tienen de investigaciones?

-Claro, de investigaciones y de estudio, porque cada denuncia lo requiere. Por ejemplo, si se trata de la Junta Departamental de no sé dónde, tenés que estudiar la legislación departamental. Hay muchas cosas y realmente se precisa gente para estudiar.

Después, tenemos la parte de declaraciones juradas, que estaba a cargo de un señor que sabía mucho, pero ahora se jubila, o sea que voy a tener que encargarle eso a una de las abogadas, porque no tengo gente con carrera funcional. Aparte, es una tarea muy específica, tiene muchos vericuetos.

-¿A qué otras tareas deben abocarse este año?

-Tenemos que elaborar un decreto reglamentario de la ley 19.797 y hacer un proyecto de ley sobre corrupción en el sector privado, es decir, en las sociedades, en las empresas, para lo cual hay que contratar especialistas.

Estamos empezando, recopilando legislación comparada. Vamos a proponer que se incorpore a todos los contratos con el Estado. Desde Naciones Unidas nos han dado orientaciones, pero hay que dedicarle mucho tiempo y pienso, y si además tenés que estudiar las denuncias, es muy difícil poder hincarle el diente a eso.

La reglamentación de la ley tenía plazo, pero nosotros vinimos tres meses después de que se venciera. Está en veremos, pero es un debe y vamos a ver si este año podemos adelantarlo o tratar de hacerlo.

-La Jutep también propuso la creación de una certificación en transparencia, pero no fue incluida en la Ley de Presupuesto. ¿Sigue en curso ese objetivo?

-Nosotros queríamos ser el órgano certificador en transparencia y habíamos pedido muy poco dinero para eso, 700.000 pesos, por única vez, para pagarles a los técnicos que nos elaboraran el manual para lograr ese certificado. No lo incluyeron. Igual lo podríamos hacer, pero no tenemos los medios económicos.

Podemos hacer algo intermedio que tenemos ganas de instrumentar, que son las prácticas de autoevaluación en ética y transparencia en los organismos públicos. Para ello tendríamos que capacitar funcionarios de los distintos entes, para que los autoevalúen, después le presenten el informe a la junta y esta haga las recomendaciones pertinentes. Esto existe en muchísimos países del mundo, no estamos inventando nada.

-¿Cuál es el propósito?

-El propósito es detectar prácticas corruptas evaluando los distintos sectores y procesos de los organismos, como la atención al público. Es decir, establecer los parámetros y luego capacitar a los autoevaluadores de cada ente. Es interesante y no es tan costoso.

-¿Cuáles son los desafíos que el país tiene a futuro en materia de ética y transparencia?

-Tenemos que seguir con nuestro principal cometido, que es ejercer la función de órgano de contralor contra la corrupción, a fin de prevenir, detectar, sancionar y erradicar las prácticas corruptas. Eso está no solo dispuesto por la Convención Interamericana contra la Corrupción, sino que también está en la ley 19.340, la que creó a la junta como servicio descentralizado.

El presidente de la Jutep es el experto para el Mesicic (Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción). Hace dos semanas tuve el congreso. Lo que hacen es encargar a determinados países la evaluación sobre otros. Por ejemplo, Uruguay tiene que evaluar si se aplica la Convención Interamericana contra la Corrupción en Belice.

La Jutep también representa a Uruguay ante la Oficina de Naciones Unidas contra la Corrupción.

Dentro de nuestros cometidos, además, está la capacitación sobre ética y transparencia a los organismos que nos lo solicitan. Al principio de la pandemia se nos complicó para hacer los cursos, pero luego los hicimos en forma virtual. Realizamos unos 20 cursos para 450 funcionarios de distintos entes.


“Siempre vamos atrás de las maniobras corruptas y fraudulentas”

-¿Qué espera para los próximos años?

-Yo espero que el Estado y la sociedad le den a la Jutep el lugar que se merece en virtud de su cometido, que es tan importante, porque la corrupción atenta contra las instituciones y por lo tanto contra la democracia. Aspiro a que podamos lograr que la Jutep sea reconocida como lo que es: el órgano anticorrupción. Los congresos internacionales en estas temáticas son para ministros y ahí voy yo, o sea, fijate la importancia que tiene en otros lugares.

-¿No tiene la importancia institucional que tiene en otros países?

-Exactamente, y se le debería dar, porque si tú querés erradicar la corrupción tenés que tener medios, porque siempre vamos atrás de las maniobras corruptas y fraudulentas. Los delitos en el mundo siempre van un paso adelante y atrás va la ley, por eso la Jutep tiene que tener recursos para poder moverse.

-¿La desilusionó que no se haya cumplido con el compromiso firmado por la coalición?

-Sí. No nos dieron nada. Los recursos fueron muy pocos. Eso se traduce en que la Jutep no es importante, no le dan el lugar que tiene que tener. Aunque seamos pocos, la corrupción es lo que estropea todo.

-Cuando dice que no le dan los recursos a la Jutep, ¿se refiere al sistema político en general o a este gobierno?

-Nunca se los dieron, porque mi antecesor reclamaba lo mismo. No es una cosa nueva, pero con el cambio de gobierno, podría haber cambiado también la importancia que le dan a la Jutep. La aspiración es tener los medios para cumplir bien la función para la que fuimos designados, nada más.