El Centro de Estudios de Políticas Públicas (CEPP) realizó un encuentro para dialogar sobre la inserción internacional y el desarrollo en Uruguay. El evento fue conducido por el vicecanciller de la República, Nicolás Albertoni, quien estuvo acompañado por el experto en finanzas y economía del conocimiento, Ricardo Pascale, y el director del CEPP, Eduardo Rodríguez.
Los expertos hicieron hincapié en que la política exterior de los anteriores gobiernos se reducía a la discusión de “si Venezuela era una democracia o dictadura”. En ese sentido, valoraron que el foco de la actual administración, con vistas a futuro, debería estar puesto en concretar acuerdos bilaterales con determinados países, más que en conformar bloques regionales.
Otro de los factores que actuó como eje de la charla fue la dependencia comercial en Uruguay, donde existen más de 500 acuerdos comerciales de los que el 90% son zonas de libre comercio y solo el 10% se basa en el principio de integración.
Incertidumbre, interdependencia y complejidad
La situación actual del mundo con respecto a las relaciones internacionales puede definirse en tres grandes pilares: incertidumbre, interdependencia y complejidad. La dependencia económica y comercial entre países hizo que el impacto de la geopolítica fuera cada vez más acelerado, por lo que “insertarnos no es una decisión que podamos tomar”, dijo el vicecanciller.
A propósito, mencionó la importancia de avanzar en el Tratado de Libre Comercio (TLC) con China que, si bien no está del todo concretado, está activo. Al respecto del ritmo con el que se están llevando adelante las negociaciones, el jerarca sostuvo que, a pesar de que es un proceso que lleva tiempo, “si se hubieran hecho cosas antes, no estaríamos en este lugar”.
Uruguay cuenta con un sistema jurídico firme y un importante valor ambiental. Sin embargo, estos aspectos no parecen ser suficientes para abrirse al mundo ya que el país presenta ciertas dificultades para concretar acuerdos bilaterales. Esto se explica en gran parte porque cuenta con un arancel promedio superior al del resto de la región y esto resulta en que el país sea visto, en términos generales, como una economía cerrada.
Por otra parte, Uruguay se mantiene con esperanzas de formalizar acuerdos con Canadá, ya que durante la época de la pandemia los diálogos pudieron avanzar de forma virtual. El país también tiene intenciones de abrirse a más partes del territorio asiático puesto que mantiene relaciones con Indonesia y el Líbano. En tanto, en Europa, avanza con intenciones de negociar con Suiza.
Albertoni también señaló que el sector agrícola es el que más saldría beneficiado ante una eventual apertura, las industrias se verían obligadas a competir, pero los pequeños sectores serían los que estarían más vulnerables.
Situación del Mercosur
En 2022, 1.424 empresas exportaron sus productos desde Uruguay y el 45% de ellas (más de 670) lo hizo con destino al Mercosur. Estos datos fueron suficientes para que Albertoni afirmara que muchas empresas tienen una cierta dependencia del bloque regional.
El Mercosur es “una base estructural con la que tenemos que tener mucho cuidado”, explicó el vicecanciller, dado que, si bien la intención de Uruguay es abrirse al mundo, el bloque sirve como apoyo para esas empresas que serían las más vulnerables ante un TLC con el gigante asiático.