Redes sociales son el escaparate de una emprendedora: Giovanna Gil Alves

Arte en código binario

Una artista uruguaya que vio en las redes sociales su posibilidad de mostrar lo que le apasiona: pintar y escribir. Una de las herramientas de mayor difusión en este tiempo es internet y Giovanna Gil Alves es un fiel reflejo de cómo el proceso de los nuevos emprendedores independientes para llegar posicionarse comienza por las redes.

En este momento, dentro de Uruguay y alrededor del mundo ha crecido cada vez más la cantidad de jóvenes que se lanzan en busca de promover algún proyecto personal, ya sea a través de  una micro empresa o simplemente mostrando su trabajo por medio de las redes sociales, que hoy, son una vidriera por excelencia.

Emprendedora, visionaria y constante son tres de las características que no pueden faltar en la carta de presentación de una de las tantas jóvenes que apuestan a hacerse conocer a través de la red de internet: Giovanna Gil Alves. Ella es artista plástica, escritora y sus pasos están rumbeando hacia el camino del desarrollo como influencer debido a su destacada actividad en Instagram.

“Toda mi vida me gustó dibujar y escribir, pero siempre lo hice como un pasatiempo y para mí misma. Con el transcurrir del tiempo se me dieron oportunidades, conocí gente del mundo de la plástica y de la literatura, y en 2013 comencé a querer profesionalizar mis actividades, recordó Gil Alves a Empresas & Negocios.

Mezclar las facetas de escritora, artista plástica, influecer, estudiante de arquitectura y además trabajadora es uno de los desafíos que enfrenta todos los días, pero define el escribir y pintar como parte de su desconexión de la rutina y no tanto como un trabajo en sí mismo.

Las redes sociales han cumplido un papel fundamental a la hora de combinar sus actividades y mostrar su arte. No solo por el hecho de la inmediatez en que se puede subir una foto y que miles de personas puedan apreciar lo que se muestra y difundirlo, sino, además, por el hecho de la posibilidad de generar lazos con otros usuarios o empresas interesadas.

“Las personas, en general, compran el arte o un libro una única vez, pero después no más. Lo bueno de las redes es llegar a públicos de todas las edades e intereses para que la cadena de venta continúe”, aseguró.

Entre palabras y colores

Basarse en las emociones al momento de escribir o pintar es fundamental para la artista. La inspiración a veces le llega de manera espontánea. “Me pasa que me despierto o estoy viajando y se me empiezan a ocurrir cosas que quiero escribir; lo mejor de esto es que me ocurre a diario, entonces trato de escribir todos los días un poco y tomarlo como un generador de tranquilidad que me quita el estrés”, expresó.

Si se trata de la pintura -aunque tomó clases de la disciplina- se define como totalmente autodidacta y que encara un cuadro través de lo que siente. Sostuvo que para un futuro tiene la idea de profesionalizarse en eso, pero hoy trata de ser “lo más profesional posible”.

Cuando la entrevistada escribe, busca que los lectores se identifiquen con los sentimientos y pensamientos expresados. “Mi último libro es prosa poética, está dentro de la rama de la narrativa con poesía; hablo mucho de la actualidad y las personas, sobre mí manera de verlas, cómo actúan”, detalló.

En 2016, cuando se tomó de manera más seria el tema relativo al arte, le costó poder hacerse conocer, ya que desde el comienzo todo lo gestionó individualmente. Ha logrado realizar exposiciones de sus cuadros, además trabaja para algunos proyectos pintando cases para celulares, jeans y más objetos. Lleva dos libros editados, y está en proceso de un tercero para este año. “Tengo en mente no quedarme solo en redes, sino tratar de que mi arte tenga un espacio físico en donde se puedan encontrar los libros, los cuadros y artesanías que realizo, en un mismo lugar”, dijo.

En 2020 o 2021, la artista tiene en mente lanzar una novela y seguir trabajando en la pintura, así como con el tema de las redes sociales siendo influencer.

“La gente que tenga un sueño o que desea algo tiene que ir tras ello y hacer lo posible por conseguirlo. No es nada imposible, yo trabajo nueve horas, estudio y llego a mi casa a las 23:00 horas. Pero lo que me gusta me ayuda y me desenchufa de la realidad y no lo tomo como un trabajo, a pesar de lo sea, es una pasión”, aconsejó.