Laboratorios que conquistan

Ciencia

La primera empresa nacional de producción de insumos de control microbiológico, Aravan Labs, trabaja en cercanía con los clientes para mejorar los procesos y brindar alimentos y fármacos más confiables. De cara a la exportación, se integran con la academia y otras compañías en el Parque Científico y Tecnológico de Pando.

Por Anahí Acevedo | @PapovAnahi

“Nuestra compañía está comprometida con la innovación en microbiología”, comienza diciendo Laura Macció, licenciada en biología, CEO y cofundadora de Aravan Labs Empresas & Negocios en el Parque Científico y Tecnológico de Pando. Este sitio está compuesto por 15 empresas, el Polo Tecnológico de Pando y la Incubadora Khem. Parece ser un ecosistema ideal para la formación y desarrollo de proyectos: científicos y empresarios se encuentran en un mano a mano cotidiano.

Es desde este escenario que Aravan Labs produce insumos de control microbiológico y brinda servicios de esta índole a empresas, asegurando que los productos alimentarios y farmacéuticos lleguen a los usuarios finales en óptimas condiciones.

Es la única compañía del país que se dedica a la producción de medios y caldos de cultivo prontos para usar. En un año (2016-2017) se triplicaron las ventas y se duplicaron los clientes.

El emprendimiento surgió a finales de 2014 tras observar que los productos de análisis microbiológico disponibles en Uruguay eran extranjeros, lo que obligaba, muchas veces, a que productores responsables debieran esperar entre 30 y 60 días el arribo de elementos necesarios para realizar controles. Junto a su socio, Oscar Figueira, experto en producción de alimentos, Macció conoció los programas brindados por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y se acercó a la incubadora de la hoy están por egresar.

Si bien inicialmente contemplaron la idea de volcarse hacia el sector farmacéutico, por una cuestión estratégica decidieron llegar primero al sector alimentario. “El camino se fue dando naturalmente”, describe.

“Los controles microbiológicos son necesarios en muchos casos”, explica, y pone como ejemplo una industria de alimentos a las que ingresan variadas materias primas crudas diariamente.

“Es necesario que el conocimiento que obtiene un investigador dentro de su laboratorio pueda ser llevado a algo aplicable y potenciado como algo de utilidad”, asegura Laura Macció.

Los análisis son requeridos desde este punto de la cadena, pasando por todas las etapas del proceso e involucrando tanto a operarios como al ambiente, hasta que se llega a la fase final. La forma de detectar un microorganismo normalmente es a través de un color. La salmonella es uno de los más comunes de resaltar durante esta búsqueda.

Reconocimientos que forman vínculos

Durante su existencia, Aravan Labs obtuvo varios reconocimientos, entre los que se encuentra el primer premio como elección del jurado de ‘Emprendo 2016’;  el ‘Premio 8M’, otorgado por el Ministerio de Industria, Energía y Minería por Mujeres en la Empresa, durante el año pasado; la nominación durante dos años consecutivos (2015 y 2016) a ‘MIT Techology Review Jóvenes menores de 35’ y el tercer premio de ‘Emprendedores en la Mira’, brindado por Red de Apoyo a Futuros Empresarios.

Estos reconocimientos los ha impulsado mucho en su camino, observa Macció, y agrega que, sobre todo, los ha ayudado a adquirir experiencia para identificar la médula del negocio y el beneficio que se le brinda al consumidor. “Nosotros nos basamos mucho en el cliente para todo. Desde un inicio, cuando escribimos el plan de negocio, se estudió cada segmento del mercado, su competencia, y cuando comenzamos a funcionar, inmediatamente se implantó el sistema ISO 91.001”, declara.

Estos puntos, dice, están enfocados en el cliente, sobre todo, en sus necesidades y su grado de satisfacción dado que, a lo que apuntan, es a tener una relación más cercana con ellos.

Es que Aravan Labs posee una cartera variada “con los más altos estándares de calidad”, algo de lo que están orgullosos, resalta. Entre ellos, son de mencionar la Intendencia de Lavalleja, Schneck S.A., Establecimiento Juan Sarubbi S.A., Frigorífico Lorsinal, Fadicar S.A., Facultad de Veterinaria, Avícolas del Oeste, Avícolas la Cabaña, Avícola el Valle Alegre, Goddard Cattering Group, QFina S.A., Norte Sur, Antiamol & Cia S.A., Saman y  El Trigal.

Para la bióloga, la presencia de ellos se debe a que ofrecen productos y servicios “de excelente calidad” desde su formulación hasta antes de salir a la venta. A esto se le agrega la responsabilidad que los acompaña. “Creo que es nuestro diferencial y, de hecho, hemos detectado que es lo que más se valora. Eso nos abrió puertas. Siempre tratamos de cumplir y de sorprender”, señala.

Por decretos nacionales, las empresas tienen la obligación de realizar controles, pero cuando se desea exportar, los requisitos son aún más estrictos y los estándares de calidad aumentan. Ante esto, Aravan Labs también ofrece soluciones.

Actualmente, son los propios productores quienes poseen una conciencia orientada hacia este tipo de análisis, en comparación con años anteriores, entiende Macció. En este sentido, comenta que los empresarios hoy exigen mucho más, puesto que esto tiene una asociación directa a la imagen del cliente. “Como usuarios, estamos cada día más informados y también somos exigentes. Sabemos lo importante que es la inocuidad alimentaria para nuestra salud y exigimos que las cosas se hagan de la mejor manera”, asevera.

Desarrollarse en un parque

La bióloga enfatiza tanto el apoyo recibido por ANII como por la Incubadora Khem al considerar que poseían un componente de innovación. En este sentido, asegura que se los ayuda en logística, legal y empresarialmente.

Además, la cercanía con otros colegas ha dado lugar al surgimiento de proyectos de investigación con especialistas y a la formación de vínculos con la academia. En esta línea, resalta una labor que viene llevando a cabo junto a una doctora en la elaboración de un banco de datos para detectar los patógenos que más afectan a la industria.

“Es un aporte netamente de investigación que se volcará sobre el sector industrial, sin costo para nuestros clientes, y que nos posicionará desde el conocimiento para dar soluciones hoy y en el futuro”, manifiesta.

Casa nueva, mercados nuevos

A fin de año, Aravan Labs dejará la incubadora que los acogió y se mudará a nuevas instalaciones, aunque dentro del Parque Científico y Tecnológico de Pando. Con este paso, estiman que podrán llegar a tener un crecimiento de producción 16 veces mayor al actual, por lo que tienen sus ojos puestos en exportar. Los pasos requeridos para cruzar fronteras ya comenzaron a darse, y si bien ya poseen estudios de mercado en el exterior, profundizarán en ellos las estrategias antes de colocar un pie afuera.

Los servicios que brinda Aravan Labs son totalmente personalizados y varían entre los diversos tipos de industrias. Además, ofrecen un acompañamiento en la selección de puntos críticos de control para evitar que el producto final tenga alguna posibilidad de daño al usuario.

Del Cono Sur, ven como países interesantes Bolivia, Paraguay y Argentina. “Este último es un poco inestable en sus políticas, por lo que puede ser más difícil. Paraguay es muy atractivo sobre todo, en su sector frigorífico, porque exporta y esto lo obliga a tener estándares bastantes elevados ya que sus clientes son europeos o asiáticos”, remarca.

Asimismo, el laboratorio tiene tres proyectos de investigación y desarrollo. Uno de ellos es con la financiación de ANII para el desarrollo de medios de cultivo para la salud humana. La segunda es la investigación de cepas y patógenos dentro de la industria y la tercera es la incorporación de detecciones moleculares que permitan emitir un resultado más veloz para el cliente. “Estas líneas van a permitir aumentar nuestra cartera de productos y darle al cliente otro conocimiento totalmente distinto al de hoy en día”, expresa.


Los debes del sector

Si bien Macció entiende que existen “muy buenas” políticas aplicadas al sector, expresa que no se han contemplado las startups referidas a  biotecnología, las cuales son reducidas y han comenzado a aparecer en los últimos dos años. “Cuando uno habla de empresas de biotecnología en Uruguay, menciona a compañías con más de una década de trabajo y que tienen otro porte. Me parece que, simplemente, falta adecuar políticas a condiciones particulares para quienes recién comenzamos”, advierte.

Por otro lado, la científica observa que hay una “excelente generación de conocimiento”, donde sitios como el Parque Científico y Tecnológico de Pando ayudan a vincular a las empresas con la academia. Aun así, comprende que hay emprendimientos que están por fuera del sector a los cuáles les falta articulación. “Es necesario que el conocimiento que obtiene un investigador dentro de su laboratorio pueda ser llevado a algo aplicable y potenciado como algo de utilidad”, asegura.


Tiempos veloces

Mientras que un ser humano puede vivir 35 años antes de reproducirse, una bacteria, en un solo día puede tener varias generaciones, y en cada una de ella cambiar sus características. Esto obliga a que la microbiología sea una disciplina que requiere una actualización constante. Si los avances tecnológicos corren a pasos agigantados, esta área de la ciencia lo hace aún más. “Todos los días se descubren cosas nuevas y ni siquiera somos capaces de medir el ritmo en que va. La microbiología cambia tanto, en tan poco tiempo que solo vemos una fracción de ese conocimiento”, asegura.

En este sentido,considera que uno de los factores que presionan a que ocurran estos cambios es el uso desmedido de antibióticos que hace que solo los microorganismos que logran inactivarlos, crezcan, dando paso a la aparición de bacterias resistentes. De todas formas, añade que si se retira el factor presión y no se proporciona más antibióticos de forma desmedida, naturalmente se vuelve a un equilibrio y las bacterias resistentes desaparecen. Uno de los sectores en los que se está trabajando esta conducta es el aviar.