Economistas proyectan aceleración en la inflación para principios de 2024, que estaría explicada por los bajos niveles de 2023

El descenso registrado es una “buena noticia” para hogares de ingresos fijos

En noviembre, el Índice de Precios al Consumo (IPC) aumentó 0,34% y dejó la inflación anualizada en 4,96%, siendo el segundo mes consecutivo de aceleración del nivel de precios. Tanto Bruno Giometti, economista del Instituto Cuesta Duarte, como Nicolas Cichevsky, economista de CPA Ferrere, consultados por CRÓNICAS, valoraron que la baja de la inflación registrada durante el año fue considerable, aunque esperan una aceleración para el 2024.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgó los datos del IPC correspondientes al mes de noviembre, que mostró un incremento de 0,34% respecto al mes anterior, y dejaron la variación acumulada del año en 5,22%. Por su parte, medida en términos anualizados se situó en 4,96%, lo que implicó un aumento respecto al 4,3% registrado en octubre. De esta forma se cierra el segundo mes de aceleración consecutiva, tras cinco meses de caída.

“El dato de este mes estuvo alineado con las expectativas, aunque estuvo un poco por encima de lo que proyectábamos, lo que podría indicar una corrección al alza, pero cuando se mira el detalle y los motivos, lo que sale a la luz es que hubo una leve suba de frutas de verduras y, por otro lado, hay segmentos como pasajes y paquetes turísticos que subieron un 7%”, reflexionó Nicolas Cichevsky.

En este sentido, resaltó que, sin perjuicio de ello, la inflación subyacente parecería estar “rebotando”, sobre todo cuando se miran los datos mensuales y destacó que durante el primer semestre de 2024 se dará el “efecto inverso” del aumento de frutas y verduras de este año, lo que va a amortiguar parte del aumento de los precios.

La incidencia del dólar

En una mirada a mediano plazo, Bruno Giometti dijo a CRÓNICAS que la inflación tuvo una baja considerable en lo que va de este año, más allá del repunte de los últimos dos meses, de lo que desglosó dos reflexiones.

Por un lado, para los trabajadores y los hogares que viven de ingresos fijos, la baja de la inflación siempre es una “buena noticia” y es uno de los factores que posibilita que el salario real se consolide, luego de tres años de caída. 

Por otro lado, algo que marca desafíos es que la baja de la inflación tiene un componente “muy fuerte” en lo que es el dólar, que ha estado “planchado” a lo largo de 2023. 

“Nosotros entendemos que al menos una parte de la trayectoria del dólar a la baja se explica por la política monetaria que ha llevado adelante el BCU durante buena parte de este año, lo que genera dificultades en otros aspectos, como son los equilibrios macroeconómicos y el estado de la competitividad”, agregó.

Desde CPA Ferrere prevén que Uruguay se mantenga apreciado, según explicó Cichevsky a CRÓNICAS, pero que no se generará una apreciación adicional del tipo de cambio y esperan una inflación por encima del 6%.

“El dato de noviembre del IPC, es que, por un lado, la inflación interanual se acelera, lo que tiene que ver con que el dato de inflación de noviembre del año pasado había sido negativo, lo que es algo bastante excepcional, por lo que cualquier dato de inflación de noviembre de 2023 iba a generar que la inflación anualizada subiera, porque el dato de noviembre del año pasado había sido negativo”, concluyó el economista del Instituto Cuesta Duarte.

Cuestiones adyacentes

Según explicó el economista de CPA, la política monetaria durante el último año fue “exitosa” en bajar un escalón a los niveles de inflación, teniendo en cuenta que la Tasa de Política Monetaria (TPM) “hoy no es tan contractiva como lo era hace seis meses o un año”, lo que en el fondo hace que la convergencia de las expectativas de inflación tienda hacia los umbrales del 6%.

“Por la forma en que las negociaciones salariales y su calendario, sabemos que en los próximos dos años los salarios van a aumentar entre 8% y 8,5% en términos nominales, lo que va a presionar a la inflación no transable”, remató. 

Por su parte, Giometti explicó que, en cuanto a los rubros, los aumentos puntuales que se dieron en el mes de noviembre, como el turismo y el servicio doméstico, responden a aumentos coyunturales y no a aspectos tendenciales.“Estamos hablando de rubros que tuvieron aumentos particulares en noviembre, así como otros rubros tuvieron aumentos en otros momentos del año, pero no vemos que haya una tendencia de rubros que venían aumentado y que hayan seguido en esa tendencia, sino que es un dato de noviembre que no tiene demasiado análisis”, agregó. 

Desde el Cuesta Duarte proyectan una suba en la inflación hacia finales de 2023 y los primeros meses de 2024, que se explicaría en los bajos niveles que se registraron en los últimos tres meses.