Según el presidente de CEDU, hay que seguir insistiendo en nuevas políticas económicas

EDICIÓN ESPECIAL 2020

Carlos Delfino, presidente de CEDU


La informalidad, el desempleo y las insuficientes medidas en los comercios fronterizos son de los asuntos que más preocupan a la CEDU. El diálogo constante con el gobierno nacional y departamentales en busca de soluciones es una realidad, pero aún se esperan políticas más fuertes, que no permitan la caída total de más negocios. 

¿Cuáles son las expectativas que tiene CEDU para 2021, teniendo en cuenta el contexto por el que atraviesa el país y el mundo, como así también la desaceleración mundial de la economía? 

La principal expectativa es verle un final al estado de pandemia en el que nos encontramos. El virus nos dejó en suspenso por casi un año, porque ingresamos al 2020 llenos de expectativas de un nuevo gobierno; todo en un contexto regional complicado y un déficit nacional importante, en el cual proponíamos medidas para la mejora de competitividad, de rentabilidad, y de aliviar las cargas fiscales al comercio e industria para poder generar nuevos empleos. 

A días de asumir el nuevo gobierno se declara la pandemia y todo lo antes pretendido quedó en un segundo plano y  la salud pasó a ser lo primordial. El covid-19 dejó a la economía en un contexto crítico, teniendo que enfrentar una situación gravísima tanto a nivel de empleos, como empresarial y de gobierno. Bajo este contexto de incertidumbre, al comercio y la industria del país -y más a los pequeños, que venían funcionando con poco margen de ganancias y en muchos casos nulo- se le ha hecho difícil hacerle frente a esta situación, quedando muchas empresas por el camino y todavía no sabemos cuántas más podrán perderse, hasta no saber cuándo termina la pandemia.

Hay que reconocer las medidas que tomó el gobierno para tratar de paliar la situación, medidas que compartimos y en algunos casos colaboramos para que fueran efectivas.

Creo que las expectativas para este 2021 es poder navegar en esta nueva realidad y tratar de mejorar la situación para evitar que se bajen más empresas. 

¿Cuáles son los desafíos que tiene por delante el sector del comercio y los servicios del Interior en tiempos de pandemia, y cuáles son las amenazas que ve CEDU en el horizonte ante este nuevo escenario?

Los desafíos son muchos para este 2021; ya lo eran para el 2020 y ahora se agravaron. Mantener la economía funcionando ha sido un elemento crucial para todos, un desafío único por parte de las micros, pequeñas y medianas empresas del Uruguay. Han implementado protocolos para combatir al virus y, además, lamentablemente han tenido que bajar costos de funcionamiento, perdiendo empleados y endeudándose para poder seguir funcionando.

Hemos realizado planteos de toda índole a las autoridades, solicitando ayudas, exoneraciones, y demás. Siempre nos han recibido y escuchado, pero no siempre hemos tenido las respuestas que deseábamos; también es entendible en la situación que estamos. Pero se han logrado cosas y esperamos poder seguir adelante conquistando más beneficios para el Interior del país, que es lo que representa CEDU. Seguiremos insistiendo en políticas de fronteras, que el año pasado celebrábamos que se habían incluido en el plan de gobierno, pero todavía no se ha logrado implementarlas. 

Estas políticas son imprescindibles para una parte importante del territorio nacional y más ahora que, debido a la pandemia y al cierre de fronteras por las medidas sanitarias, ha dejado en evidencia la cantidad impresionante de divisas que se iban del país sin hacer aporte alguno al Estado.

Vemos con mucha preocupación que con el fin de la pandemia se abrirán las fronteras, y con la diferencia de precios que tenemos con los países vecinos, si no se implementan algún tipo de políticas de fronteras el resultado va a ser nefasto para la economía y la sociedad de las ciudades limítrofes.

En contrapartida, ¿cuáles son las fortalezas que muestra el sector en este nuevo tiempo, denominado de nueva normalidad?  

Este año se han acelerado de una manera vertiginosa los cambios en el área de la tecnología, originando nuevas formas de ventas, compras, comunicaciones, y procedimientos; evidenciando la poca capacitación que teníamos en tecnología tanto comercios, empresas y personal en general.

La capacitación, tanto empresarial como de personal, va tener un rol imprescindible el próximo año para los nuevos tiempos. La digitalización tiene que ser prioridad tanto para el sector privado como para el público, y eso será un gran desafío  para el 2021.

Tal como insistimos desde CEDU, ha quedado en evidencia que la descentralización es necesaria. Evidencia de esto son todos los cambios que se han tenido que realizar de forma acelerada para enfrentar la pandemia en el sector salud, donde realmente faltan recursos y medios en el Interior del país tanto en salud como en otras áreas.

La coparticipación de lo público y lo privado tiene que tener mayor dinamismo y espacio en este nuevo mundo que se nos presenta. El Estado no puede ser una carga para el sector privado sino un aliado, un complemento para poder cubrir todas las áreas.

Si algo positivo dejó esta pandemia es que solos no logramos nada, la cooperación y la asociación entre todos -privados y públicos, entre pares, entre empleados y empresas- nos va a hacer más fuertes para sobrellevar esta situación y las que vendrán; es un gran desafío para todos.

Otro desafío importante que tenemos para este 2021 es el empleo; estamos con un número importante de gente sin trabajo y eso lleva a que la economía local esté en niveles muy bajos. Tiene que ser prioridad la promoción de la inversión para que aumente la actividad e impulsar todo lo que atraiga actividad formal. Sabemos que la preocupación del gobierno es la misma.

La informalidad es otro punto que hay que tratar de mejorar. Los altos costos, tanto de impuestos como de burocracia, y la rigidez laboral, hacen casi inviable mantener un negocio funcionando legalmente por la falta de rentabilidad. La simplificación de impuestos, trámites, habilitaciones, costos encubiertos e innecesarios serían medidas fundamentales para desestimular el informalismo acompañado de controles efectivos y eficaces.

En este contexto, es difícil enumerar fortalezas del sector pero sí destacar que la gran mayoría de los socios de nuestra confederación son micro, medianas y pequeñas empresas. Estas son las que más rápidamente se convierten, generando puestos de trabajos de calidad, son las más resilientes de la economía de este país, las que menos se quejan y las que más empleo aportan. 

¿Qué evaluación hace CEDU de la actuación de esta nueva administración de gobierno para lograr la reactivación? ¿Cuáles son los puntos altos en su gestión de cara al desarrollo del sector y, por el contrario, qué medidas o iniciativas falta aún impulsar? 

La evaluación que realiza CEDU de las medidas tomadas por el gobierno es positiva, algunas se han tomado en conjunto con el sector empresarial y el PIT-CNT.

El seguro parcial de desempleo, el seguro de enfermedad por el virus, las canastas digitales, el apoyo económico a los monotributistas, las medidas de apoyo a las mipymes, las garantías SiGa para empresas medianas, entre otras, son medidas positivas; pero no todas resuelven los problemas. Seguiremos solicitando y reiterando medidas necesarias para nuestros asociados.

¿Un mensaje final?

Cuidémonos entre todos que es la única solución, por el momento, que tenemos para salir de esta situación.