Gremiales empresariales crearon «Uruguay por el Conocimiento», una iniciativa que promueve la cultura tecnológica y universalizar el acceso

Alfredo Antía, Gonzalo Valdés, Guillermo Varela, Juan Martínez, Marina Cantera, Carlos Acle y Julio Lestido.

El pasado viernes 21 de octubre tuvo lugar el lanzamiento de una iniciativa que busca promover y motivar las capacidades y los conocimientos científico-tecnológicos en todas las personas y en todo el país. Se trata de una alianza entre varias gremiales empresariales que se proponen trabajar en tres ejes: difusión, formación y transformación.

Con la finalidad de generar sinergias para el futuro del trabajo, un grupo de gremiales empresariales dio a conocer la iniciativa Uruguay por el Conocimiento, una alianza interinstitucional dirigida a promover la cultura tecnológica y universalizar el acceso a la tecnología como instrumento de transformación y de generación de oportunidades, articulando esfuerzos con diversos actores de la sociedad que comparten esta visión.

Estas organizaciones comparten la visión de que Uruguay tiene excelentes oportunidades para desarrollarse en la economía del conocimiento. De esta forma, unieron esfuerzos para promover, difundir y motivar el aprendizaje y desarrollo de capacidades científico-tecnológicas en todo el país.

El evento contó con la palabra de Leonardo Loureiro, expresidente de la Cámara Uruguaya de Tecnología de la Información (CUTI), quien fue el vocero. La firma correspondiente se realizó en acuerdo por parte de los presidentes de las entidades empresariales involucradas. Según dijo el vocero: “estas, en su conjunto, representan a todo el entramado empresarial del Uruguay”.

Forman parte de esta iniciativa, la Asociación Rural del Uruguay(ARU), la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), la Cámara de la Economía Digital del Uruguay (CEDU), la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur), Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (CCSU) y la Confederación de Cámaras Empresariales (CCE).

En la firma del acuerdo, celebrado en el hotel Hyatt, participaron los presidentes de las mencionadas gremiales: Alfredo Antía (CIU), Marina Cantera (Camtur), Carlos Acle (CUTI), Julio Lestido (CCSU), Guillermo Varela (CEDU), Juan Martínez (CCE) y Gonzalo Valdés (ARU).

Provenientes del sector educativo, estuvieron en el lugar Juan Pereyra, director general de UTU, y María Simon, decana de la Facultad de Ingeniería de la UdelaR. Desde el sector político, participó la legisladora Silvia Nane, quien es vicepresidenta de la Comisión Especial de Futuros del Parlamento.

El origen de la iniciativa tiene que ver con la identificación de una problemática en relación con la formación y necesidad de talentos en determinadas áreas vinculadas específicamente a lo científico-tecnológico. Es por eso que las cámaras coincidieron en la especial aplicación de esfuerzos sobre las siguientes acciones: la incorporación de tecnologías a los procesos; digitalización y automatización; manejo de redes; conocimiento asociado al impacto del manejo de e-commerce y digitalización de procesos.

También de comercialización digital; apoyo y fomento de las mipymes; programas de creación y desarrollo a través de incubadoras, aceleradoras y programas de mentoría; alianzas estratégicas con ANII, Inefop, entre otras organizaciones.

A su vez, se busca realizar convocatorias a expresión de ideas y proyectos de desarrollo de las mipymes con foco en la innovación y la tecnología; acercamiento de capacidades e instrumentos que permitan desarrollar o mejorar productos y procesos productivos.

Otro punto es la incorporación del enfoque de género, con el emprendedurismo con foco en lo digital y capacitación en tecnología con énfasis en proyectos liderados por mujeres. En esa línea se aborda el acceso al sector educativo, teniendo en cuenta la colaboración para la formación y vinculación de empresas con estudiantes y grupos de investigación, especialmente de áreas tecnológicas.

Las líneas de trabajo

En sintonía con lo anterior, se consideró que los trabajos del futuro van a requerir “personas con capacidades amplias, con integración de tecnología en sus diversas aplicaciones, definiciones en el quehacer cotidiano y con competencias que le permitan adaptarse a los cambios”.

El trabajo se va a empezar a desarrollar a partir de tres líneas generales. La primera de ellas tiene que ver con la difusión. Para esto se considera poner sobre la mesa el tema científico-tecnológico asociado al mundo del trabajo a partir de diferentes herramientas comunicativas. Loureiro comentó que esta faceta del proyecto tratará de explicarles a los jóvenes y a los que tienen que hacer una reconversión a donde está yendo el mundo en materia laboral.

La segunda línea en la que se trabajará para el desarrollo de esta iniciativa es concretamente la formación. Si bien esto ya se venía haciendo por parte de las cámaras empresariales, se buscará generar más impacto. El desafío estará en el perfeccionamiento de talento y la atención de las distintas necesidades que vayan surgiendo en relación con el desarrollo futuro de los distintos sectores empresariales. 

Por último, aparece como la tercera línea de desarrollo, la transformación de las formas de capacitarse para el trabajo. Para esto se pretenderá tener en cuenta actividades que “van a ser brindadas por las empresas y otras en las que necesitamos el soporte sobre la academia”, según aseveró Loureiro a Empresas & Negocios.

Al mismo tiempo, se busca sensibilizar sobre las profesiones y ocupaciones de base tecnológica, promover la alfabetización en habilidades STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática), estimular la generación de ofertas formativas innovadoras, y facilitar la reconversión y la adquisición de nuevas competencias.

Educación: oportunidades y desafíos

En lo que respecta puntualmente a los nuevos talentos y a la educación, Loureiro detalló que desde antes de la conformación de este proyecto ya había conversaciones por parte de las distintas cámaras para “empezar a apoyar procesos que favorecieron la no deserción estudiantil en los bachilleratos”.

En su evaluación del funcionamiento de la educación media, el vocero de la iniciativa destacó el trabajo de UTU. Señaló que en su caso la problemática de la deserción no es tan acentuada como consecuencia de que su plan educativo “está más asociado a la educación para el trabajo y los jóvenes entienden el estudiar para eso”.

El conjunto de cámaras ve con buenos ojos la reforma educativa en la que trabaja el Codicen. Sin embargo, Loureiro dijo que “cualquier reforma educativa se va a ver recién entre 10 o 15 años”. Analizó que esta iniciativa llega con la búsqueda de ir “acortando la brecha entre lo que necesita el mundo del trabajo y las características que tiene hoy el país en el ámbito de formación en las mencionadas áreas”.

Otro de los desafíos que, a priori, presenta cierta dificultad es el hecho de que la iniciativa llegue a todas las personas y a todo el país. En relación con esto, el vocero reconoció que todavía no se tiene definido un plan con seguridad, pero que, sin embargo, se tiene claro que “hoy hay posibilidades de hacer cursos de alta calidad 100% digitales”. Ratificó las intenciones, dejando claro que a partir de las nuevas herramientas tecnológicas para la educación “una persona puede estar estudiando algo de avanzada en Vichadero, en Ismael Cortinas o en Mariscala”.

En cuanto a los equipos técnicos que desarrollarán las actividades surgidas a partir de esta iniciativa, Loureiro destacó que muchos de ellos ya existen y se encuentran trabajando dentro de las mismas cámaras empresariales, así como de las distintas empresas.


Iniciativas en común

Las empresas nucleadas en las gremiales son conscientes de las transformaciones que se necesitan en el mercado local, es por esto que desde hace varios años desarrollan acciones para promover la formación de capital humano e intelectual acorde a las demandas.

Algunas de las iniciativas comunes que han desarrollado fueron la incorporación de tecnología en los procesos; la digitalización y automatización; el manejo de redes y comercio electrónico; el desarrollo de MiPymes a través de aceleradoras, incubadoras y programas de mentoría; la formación de alianzas estratégicas con la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) y la academia; la incorporación de enfoque de género en el desarrollo del emprendedurismo; y el acercamiento con el sector educativo, entre otras.