Como muchos de los niños de su generación, Lerner, nacido en Buenos Aires, creció rodeado de figuritas, pero, en su caso, a otro nivel. “Mi padre era gerente de Marketing de Cromy, una empresa argentina muy famosa en la década de los 90 por las figuritas. Y en 1992 nos radicamos en Montevideo, justamente porque la firma abrió una sucursal en el país. ¡Pasé toda mi vida rodeado de figuritas!”, contó sobre los inicios de su vida, e indirectamente de su profesión. Y aunque en su infancia soñaba con ser kioskero y tener una joyería, estudió Marketing y obtuvo un máster en Dirección Comercial y Marketing de la Universidad de Burgos, España. Ya de grande tomó la decisión de seguir radicado en Uruguay.
Más ahora en el tiempo, en 2017, el director de Panini se contactó con él, ya que se aproximaba el Mundial de Fútbol y consideró que era un buen momento para sumarlo al equipo.
“En Uruguay, en Panini tenemos aproximadamente quince lanzamientos anuales de distintas colecciones, donde cada una es un desafío con sus propias particularidades. Por lo cual, para cada una hay que pensar una estrategia de comunicación y de marketing, así como trabajar con diferentes partners y socios estratégicos. Además, siempre tenemos muchos proyectos, nuevas acciones y se desarrollan nuevas líneas de negocios”, profundizó sobre su experiencia en la empresa.
Según mencionó a Empresas & Negocios, el principal desafío de Panini es la generación constante de contenidos, seguir estando en la vanguardia, en la innovación, ser atractivo para las nuevas generaciones, así como poder convivir y adaptarse a las nuevas tecnologías y canales de comunicación sin perder la esencia y la magia de lo que hace a Panini tan especial.
“Uruguay siguió presentando la venta per cápita más alta del mundo en figuritas”, contó Lerner como un dato interesante de las ventas de Stickers Panini Extra en el Mundial de Qatar 2022.
Sobre su día a día en la oficina, el ejecutivo contó que no puede faltar la colección completa de los álbumes del Mundial de Panini, las figuritas de Lionel Messi y una taza de café.
A nivel personal, a Lerner le gusta mucho hacer deporte, y estar con amigos y familia.
Con respecto a esta última, contó que está compuesta por su esposa Cindy -con quien tienen 20 años de novios y 10 años de casados- su hija Emma, que cumple ocho años el próximo mes y su perro.
“Desde mis padres, mi esposa y mi hija, creo que cada uno me ha dejado una enseñanza distinta. De cada uno puedo aprender algo. Quizás quien más me sorprendió fue mi hija, ya que no esperaba que pudiera ser mi maestra. Por otro lado, con mi esposa vamos creciendo y aprendiendo juntos y acompañados”, sostuvo al hablar de su familia y de lo que le han enseñado.
El fútbol es su pasión, a tal punto que recuerda varios hechos de su vida e históricos relacionándolos con los años en que se desarrollaron los Mundiales de Fútbol.
También le gusta el rock argentino, como por ejemplo, Charly García, Fito Páez, Andrés Calamaro y Spinetta.
Por otro lado, está muy dedicado al trabajo comunitario, e integra varias organizaciones.
“Considero que mi vocación es el diálogo como herramienta para construir puentes y derribar muros, forjar relaciones para intentar resolver prejuicios o preconceptos y trabajar para que la sociedad sea más justa pensando en las futuras generaciones”, indicó.
En cuanto a su frase de cabecera, Lerner mencionó: “Si no soy yo, entonces ¿quién? Si no es ahora, entonces ¿cuándo?”.
Una recomendación
“Tengo dos libros preferidos: Los pilares de la tierra, de Ken Follett, y El nombre del viento, de Patrick Rothfuss. Si bien son dos libros de géneros distintos, de ambos me gusta cómo los personajes van creciendo, afrontando distintos desafíos y circunstancias de la vida, encontrando su camino”.