La pandemia del Covid-19, así como otras crisis del pasado, aceleró transformaciones que iban a terminar cayendo por su propio peso, según evaluaron expertos en derecho laboral durante la videoconferencia “El mercado del trabajo en 2020: entre el Covid-19 y la Ley de Urgente Consideración”, organizada por el BBVA. Veronica Raffo, de Ferrere; Leonardo Slinger, de Guyer & Regules; y el Inspector General del Trabajo, Tomás Teijeiro, analizaron que la “nueva normalidad” del mundo del trabajo será con mayor flexibilidad en regulaciones, horarios, lugar de trabajo, así como con una mayor relevancia de los protocolos sanitarios.
“Un viernes nos fuimos del trabajo y cuando volvimos el lunes el mundo era diferente”. De esta forma graficó Leonardo Slinger, abogado especializado en derecho laboral de Guyer & Regules, a las transformaciones que se gestaron desde el pasado 13 de marzo en el mercado laboral uruguayo y que se seguirán produciendo en las próximas semanas a medida avancemos hacia la “nueva normalidad”.
A su entender, la crisis económica generada por el Covid-19 aceleró los cambios en la lógica del trabajo que ya se venían gestando de antes. “Esta realidad se nos vino encima y estas normas (las vigentes) no se ajustan a la nueva realidad”, subrayó Slinger, para quien la pandemia “desideologiza la discusión”, al permitir dialogar sobre aspectos que en otro contexto tendrían negativas rotundas antes de comenzar las conversaciones.
También evaluó que la pandemia implicará cambios en materia de salud dentro de las empresas mediante la implementación de diversos protocolos.
El Inspector General del Trabajo y la Seguridad Social, Tomás Teijeiro, coincidió en que el mundo cambió de un día para el otro, y que en materia de relaciones laborales también generó una transformación en el modelo de negociación. “En muchos aspectos de relaciones laborales nos habíamos acostumbrado a estar en un sistema coactivo, porque funcionaba en base a una regla básica, que era la del conflicto”, explicó el jerarca, para quien ahora se dio paso a una instancia del diálogo. A su entender, en el mercado laboral existen “muchas rigideces” que se tuvieron que enfrentar “descargados de ideología” como consecuencia de la emergencia sanitaria. “Todas esas cuestiones cayeron por la pandemia, todos los actores nos tuvimos que sentar en una mesa y el diálogo pasó a ser una instancia fundamental”, subrayó Teijeiro, evaluando que “se han logrado consensos importantes”.
Veronica Raffo, abogada y socia del estudio Ferrere, opinó que estamos en un momento de “mucho diálogo y entendimiento”, y subrayó el impacto que tiene la economía en la postura de las partes a la hora de negociar. “No es lo mismo cuando tuvimos años de crecimiento, como ahora que estamos frente a una crisis, que se profundiza, pero que ya venía de antes”, sostuvo Raffo. “Creo que las partes están tomando mucha conciencia de la preservación de empleo y de los riesgos de salud”, agregó. También evaluó que será fundamental la negociación que se dé en los consejos de salarios, donde la productividad deberá estar sobre la mesa, por más difícil que sea de plantear, “porque si no vamos a profundizar las consecuencias de la crisis”.
Slinger insistió en que ahora “todos estamos dispuestos a conversar temas que antes, “de pique, nos negábamos”, como el esquema de horario de trabajo, el teletrabajo, la flexibilidad de tareas, entre otros. “No es sentarnos a discutir y cambiar las cosas a golpe de balde. Esa la excusa más fácil para rechazar la discusión. La crisis puso sobre la mesa un tema, aceleró los tiempos, pero los temas vienen de mucho antes” señaló el experto de Guyer & Regules, para quien “la sociedad va a cambiar y eso se va reflejar en el mundo de trabajo”.
Raffo comentó que todas las crisis económicas obligan a cambiar de forma más veloz, pero que igualmente los cambios se hubiesen producido. “No reformamos las cosas por la crisis, sino porque ya no van con la realidad”, sostuvo. “Las crisis adelantan los tiempos de lo que se viene”, agregó.
Golpe al mentón
Teijeiro valoró que el impacto más fuerte lo llevan los sectores informales, como se evidenció en todos los países de América Latina, y estimó que las normas laborales deben apuntar a atender esto.
Slinger agregó que no sólo es el sector informal el más expuesto, sino también el trabajo autónomo, por lo que se deberán analizar y repensar los marcos regulatorios.
También mostró preocupación por el “el futuro de los puestos del trabajo”, se cuestionó cuantos volverán a sus tareas después de este momento crítico, y estimó que habrá que ver cómo se atiende a quienes queden sin empleo. A su entender, posiblemente muchos trabajos se pierdan por el proceso de automatización, algo que tampoco “arrancó con la pandemia”, sino que ya se venía gestando y ahora se aceleró.
A propósito, Raffo estimó que quizás haya que extender el seguro de desempleo por algunos meses más durante esta coyuntura, principalmente en aquellos sectores “extremadamente golpeados”, como los asociados al turismo.
En respuesta a ello, Teijeiro destacó el trabajo realizado por el ministro de Trabajo, Pablo Mieres y adelantó que está sobre la mesa la posibilidad de prorrogar instrumentos de apoyo vigentes, o la de evaluar alguna política nueva.
El retorno
Para Raffo, el regreso que se está visualizando va a ser paulatino, y tendrá picos de entradas y de salidas, por el comportamiento de la pandemia. “La vuelta al trabajo no va a ser normal”, opinó la abogada de Ferrere, proyectando que habrá que acostumbrarse a la medición de temperatura, al uso de tapabocas, a cambiar las horas de comida, al fraccionamiento de horarios, a mayor separación entre trabajadores, entre otras medidas. A su entender, habrá que establecer protocolos sanitarios ante esta nueva realidad.
En sintonía, Slinger coincidió en que será “ensayo y error” y con un acostumbramiento a los nuevos cambios y normativas sanitarias. A su entender, deberemos también acostumbrarnos a “la combinación de trabajo en la oficina y teletrabajo, no solo para ayudar al retorno, sino que seguramente va a ser una nueva forma de trabajar”.
Por último, Teijeiro señaló que la incorporación y aceptación de medidas de sanidad serán fundamentales. “Hay que ser muy responsables y es tarea de todos, de empresas, de trabajadores y del Gobierno”, concluyó.
Reforma de la seguridad social: “Si no lo hacemos, después nos vamos a arrepentir”
Raffo destacó la gestión del Gobierno en cuanto a atender la coyuntura específica del momento, pero al mismo tiempo seguir avanzando en cuestiones estratégicas. “Comparto en que no podemos detener los grandes cambios que hay en el país”, aseguró.
En ese sentido, calificó de oportuna la creación en la Ley de Urgente Consideración (LUC) de una comisión de quince expertos que realicen una recomendación para reformar la seguridad social, y con plazos cortos. “Todos sabemos que se intensificó el análisis de lo urgente que es una reforma de la seguridad social”, sostuvo, y agregó que “la única manera que vamos a llevar una discusión así, es dejando de lado las ideologías. Si no lo hacemos, después nos vamos a arrepentir”.
Slinger también destacó que “una virtud de la LUC es el acortamiento de los plazos para la discusión de la reforma de la seguridad social”.
