En Argentina la confianza de los consumidores muestra señales de avance, independientemente de los resultados que muestre el período electoral por el que atraviesa el vecino país, según datos presentados en el marco de los diez años del ICC en Uruguay. El principal empuje se basa, más que nada, en la apertura de los créditos inmobiliarios tras treinta años.
El índice que muestra las perspectivas de la población sobre la situación económica propia, el futuro de la economía y la predisposición a la compra de bienes durables, es en Uruguay, al igual que en Argentina, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC). En Argentina los números muestran que, en agosto, aún con las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) para las elecciones legislativas de octubre, que se desarrollaron en agosto, el ICC elaborado por la Universidad Torcuato di Tella, muestra un incremento del 12% respecto a julio, al mismo tiempo que en setiembre fue de 7,2%.
Según el especialista Juan Martín Rinaldi, invitado por SURA y la Universidad Católica del Uruguay, que expuso ayer jueves en el marco de los diez años de la versión del índice en Uruguay, el incremento dado en agosto no se corresponde con los resultados que mostraron cierto fortalecimiento para el gobierno de Mauricio Macri. “Notamos que el crecimiento de la confianza ya venía desde antes de la elección”, aseguró Rinaldi.
Este empuje del ICC argentino se basa, más que nada, en la apertura de los créditos inmobiliarios que, en Argentina, “han vuelto a ser accesibles” tras treinta años. A su vez, el experto aseguró que los argentinos, hoy tienen “mayor confianza por la situación macroeconómica”.
Historia de idas y vueltas
El especialista mostró a su vez, la evolución del ICC en la vecina orilla durante los últimos 20 años. El indicador muestra su menor registro en los tiempos inmediatos a la crisis económica, política y social que atravesó el país desde diciembre de 2001. Luego de eso, con la llegada de las elecciones y el triunfo de Néstor Kirchner al gobierno, el índice vuelve a mostrar una recuperación y uno de los máximos históricos de la muestra, “en aquel tiempo el público entendió que las medidas que estaba tomando el gobierno fortalecían la economía y lo que se veía más fuerte eran las expectativas a futuro, mucho más que la percepción personal”, dijo el experto.
El siguiente pico negativo llegó en 2008, cuando el gobierno de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner buscaba modificar la escala de retenciones para algunos productos agrícolas como la soja, y que logró una suerte de “lockout” agrícola que amenazó con detener el país. Este episodio, que terminó con el voto “no positivo” del vicepresidente de la República, Julio Cobos, llevó nuevamente a mínimos en la confianza de los consumidores argentinos. Aún así, asegura Rinaldi “esto venía desde que se comenzaron a ver lecturas de inflación cada vez más elevadas”, que llegaron a registrar niveles de 40% anual en los últimos años de gobierno kirchnerista.
La última gran recuperación se observa hacia setiembre de 2015 cuando Daniel Scioli y Mauricio Macri comenzaban a disputarse el sillón de Rivadavia en la Casa Rosada. Cuando aún no se tenía el resultado, pero las encuestas apuntaban a un empate técnico o un ligero triunfo del Frente Para la Victoria. “Así la confianza del consumidor cayó, pero en los números post PASO se observan una recuperación abrupta cuando pasan las elecciones y hay una nueva caída durante la primera etapa de gestión del gobierno de Macri, al que le sigue un nuevo ciclo de recuperación”, explicó Rinaldi. Las dos principales razones que desde la Universidad Torcuato di Tella encuentran para este fenómeno de repunto del ICC en Argentina se apoya en dos fenómenos. Por un lado cierta confianza en las políticas macroeconómicas, y por otro la apertura del mercado inmobiliario.
