Cuando el Poder Ejecutivo le cierra las puertas a políticas de frontera zonales

Columna> Confederación Empresarial del Uruguay

El diputado de Alianza Nacional, Mario Ayala, fue concreto al hacer referencia a lo que son las políticas de frontera, especificando que “hace años que venimos trabajando para poder convencer al gobierno central de la necesidad de impulsar políticas de fronteras”, estimando que “el concepto de política de frontera ha cambiado y hoy ya no corre más lo de la frontera como concepto lineal sino que hoy debe tratarse como un tema regional o zonal”, considerando que sistemáticamente desde el Poder Ejecutivo se han cerrado puertas.

Fue cuando consideró que “las comunidades de frontera se relacionan desde el punto de vista familiar, comercial, cultural, educativo y entonces es impensable pensar en el desarrollo de una ciudad de frontera si no se la hace en forma conjunta con la frontera espejo, la que está del otro lado”.

Entonces aseveró que “ese concepto es fundamental para poder convencer a nuestros gobernantes de la necesidad de impulsar políticas que hagan que la convivencia de la frontera pase a potenciarse y no generar los problemas que históricamente se han venido dando”.

Ejemplo del combustible

A continuación manifestó que “nosotros hemos impulsado desde el punto de vista comercial la necesidad que se puedan implementar políticas específicas para la frontera que respondan a esa realidad”, poniendo como ejemplo el tema del combustible.

Al respecto resaltó el buen resultado de la política aplicada ya que desalienta trasladarse a Argentina y Brasil para poner combustible y “desde el momento que el gobierno renunció a parte de los impuestos que lleva el combustible fue atractivo poner combustible del lado uruguayo, las estaciones de servicio comenzaron a funcionar y a aportar trabajo e impuestos, surgiendo como ejemplo que se puede aplicar a otros productos que pueden resultar competitivos y así fortalecer el comercio”.

Apuntó entonces que el comercio “que solo en la frontera con Brasil ocupa más de 40 mil trabajadores, siendo la actividad de mayor demanda laboral, se ha visto muy golpeada, también en la frontera con Argentina. Por eso, con medidas inteligentes y viendo lo que ha pasado en el resto del mundo cuando se integran países, es que nosotros hemos pretendido impulsar estas medidas”.

Más de 45 propuestas

Ayala lamentó “no haber tenido respuesta de los gobiernos que han pasado, porque o no entienden o no les interesan las realidades y no hemos podido avanzar en este sentido”.

Recordó que “en el inicio de este gobierno, a comienzos de 2015, en el primer Consejo de Ministros, en la localidad de Sequeira, yo le plantee al Presidente de la República la necesidad de ocuparse de este tema y encomendó al Canciller la formación de un Comité de Frontera, lo que se concretó y a través del mismo se generaron junto a los Centros Comerciales más de 45 propuestas”, recordando también que el mismo está integrado por los ministerios de Relaciones Exteriores, de Economía, de Industrias, de Turismo y la OPP, en cuyo seno quedó a estudio pero nunca surgieron respuestas”.

Hizo hincapié el entrevistado que “la preocupación está y por suerte hemos frenado de alguna manera el intento de la instalación de las Loja Franja en Brasil con la reglamentación inicial y a través de negociaciones se pudo limitar a lo que es el sistema de los Free Shop uruguayos”.

Importante distorsión

“De haberse concretado el proyecto inicial se hubiera puesto en riesgo los 16 mil puestos de trabajo en la frontera con Brasil sino también a los 40 mil Uruguay adentro, porque se trataba de un sistema por el cual las familias uruguayas podían ingresar por valor de 300 dólares por persona una vez al mes mercadería tanto de Uruguay, brasilera o extranjera con total legalidad e iba a generar una distorsión muy importante en la industria y el comercio uruguayo en todo el país, incluso en Montevideo porque en un automóvil en el que viajaran cuatro personas se podría trasladar 1.200 dólares de mercadería”.

“Por suerte eso se consiguió frenar”, subrayó Ayala, quien en lo que hace a políticas de frontera “de ninguna manera bajamos los brazos, porque estamos convencidos que es necesario para desarrollar políticas en todo lo que es la frontera tanto con Brasil como con Argentina”.

“Es necesario –agregó- que comprendan y den respuestas a las grandes desigualdades que tenemos con dos países inmensos y que se proteja el comercio que es la actividad económica más importante como demandante de la actividad laboral”.

“Pero también es importante que se puedan llevar adelante políticas en lo relacionado con lo educativo, a la complementación en políticas de salud, a lo cultural, porque tiene que ser una real integración y ver el desarrollo de las ciudades fronterizas con el concepto de zonalidad más que de linealidad”, puntualizó.

Un firme compromiso

No faltó a acotación del entrevistado en cuanto a que desde su sector político “hubo ya un compromiso desde la elección anterior por parte del senador Jorge Larrañaga de impulsar estas políticas de frontera de manera de pensar en el desarrollo de esas zonas, integrado a lo que son las realidades de esas comunidades hermanadas desde todo punto de vista”.

Enfatizó que “no hay otra manera de desarrollar una ciudad fronteriza si no se piensa en lo que hay del otro lado de los ríos y si no se buscan mecanismos que igualen y potencien las diferentes circunstancias por las cuales se va pasando, que muchas veces dependen del tipo de cambio, de inflación o de parámetros macro económicos que desestabilizan en forma importante las actividades económicas de la frontera”.

“Por eso hay un compromiso firme de impulsar esta política de frontera”, dijo resaltando el hecho que “en todo lo que tiene que ver con lo económico en este tema es el Poder Ejecutivo a través del ministerio de Economía y Finanzas, y ahí es donde encontramos la mayor traba, más allá de la buena disposición y trabajo permanente de Cancillería en cuanto a trabajar en las diferentes áreas que tienen que ver con la frontera”.