Guerra comercial y escalada arancelaria deberían preocupar a Uruguay

Superdólar > El dólar se va a valorizar por sobre el resto de las monedas

Sergey Lyalin, Ariel Abelar, Pablo Moya y Marco Manfrini

En una mesa redonda sobre inversiones y el mercado de la deuda, varios expertos analizaron la realidad que afrontan los mercados emergentes, y en particular América Latina. Estimaron que las consecuencias de la “guerra comercial” en la que se encuentra Estados Unidos y China y la escalada en los niveles de los aranceles, deberían preocupar a un país “tan pequeño y abierto al mundo” como Uruguay.

En la mañana del miércoles 15 de agosto, se llevó a cabo la segunda mesa redonda del Cbonds Congress, titulada “La deuda del mercado en América Latina”. La primera instancia tuvo lugar el lunes, en Buenos Aires, y la tercera, en San Pablo, se realizará hoy viernes.

En esta instancia, realizada en el hotel Sofitel de Carrasco, disertaron el argentino Ariel Abelar, director ejecutivo de la empresa Delta EM Advisors Ltd, y Marco Manfrini, Head of Trading de Grupo Bursátil Uruguayo Sociedad de Bolsa. Además, Pablo Moya, economista en la consultora Oikos y partner de la compañía IBK Wealth Management, ofició como moderador del encuentro.

Entre los tres, discutieron cuestiones relacionadas al mercado de bonos en Latinoamérica, así como también la macroeconomía y renta fija de la región.

Escenario macroeconómico

Moya fue quien dio inicio a la palabra refiriéndose al contexto “para nada alentador” que enmarca a la región, “principalmente a nivel internacional”. Con esto, prosiguió a hacer alusión a la guerra comercial que se desata entre Estados Unidos y China, “que va de escalada en escalada”, según la caracterizó el orador. Opinó, además, que hay una “baja probabilidad” que esta guerra comercial desate, consecuentemente, una guerra de monedas, reconociendo esta proyección como “bastante temeraria”.

Puntualizó que es justamente este escenario arancelario y cómo afecta el comercio global es algo que debería preocupar a Uruguay, “tan pequeño y abierto al mundo”.

Sobre este país pequeño y abierto, agregó que se puede caer en una situación positiva si se compara con sus países vecinos, pero en términos históricos propios es algo más complejo. “Si uno compara la inflación promedio de 7,5% con la inflación del 40% sí, estamos súper. Si uno compara un déficit fiscal del 4% contra uno de 5% sí, estamos bien”, ejemplificó.

Superdólar

Acto seguido le cedió la palabra a Manfrini, quien comenzó afirmando que, si bien últimamente se viene dando uno de los ciclos más alcistas de los mercados, “en este momento hay algunas incertidumbres e incógnitas que no sé si pensar que estamos llegando al final de esta bonanza o, por lo menos, que de aquí en adelante va a dar más volatilidad”.

Refiriéndose a los riesgos a los que se tienen que enfrentar los mercados emergentes, el más importante de ellos es la suba del dólar. Ella obliga a que los mercados emergentes tengan que subir sus tasas para convertirse más competitivos frente a economías más desarrolladas, o también a que las monedas “dejen de devaluar o parar un poco la inflación”.

En cuanto a los activos en particular, “en este momento creo que el mercado uruguayo en dólares debería corregir a la baja para adentrarse un poco con el contexto de suba de tasas internacional”, indicó. El bono americano a 10 años está en torno al 3% y en Uruguay está en 4%.

En una ronda de preguntas posterior, Manfrini apuntó que “el dólar se va a revalorizar frente al euro” porque Estados Unidos está pasando por una fase de “maduración” con respecto a Europa. Opinó que le parece incierto si en los próximos 18 meses habrá guerra de monedas, sino que habrá un “superdólar”: “una valorización del dólar contra el resto de las monedas desarrolladas y por supuesto que emergentes”.

Ante este escenario volátil e incierto, sugirió que Uruguay debería posicionarse a corto plazo y buscar la caída y la seguridad. “Dentro de este contexto Uruguay ofrece esa posibilidad, más si se compara con Argentina y Brasil, entonces colocarse letras en pesos a 90 días puede ser una buena opción”, informó, esperando que los mercados se acomoden.

Riesgo de contagio

Cuando le llegó el turno a Abelar, explicó cuatro factores que -según él- son indispensables para entender qué sucede con los mercados emergentes: “primero, la tendencia internacional, por ejemplo el movimiento de tasas de interés; segundo, las métricas de cada crédito en particular; tercero, la posición técnica del mercado, es decir, cuán largo o corto está el mercado en Wall Street para generar una idea de dónde estamos parados; y por último los efectos de contagio”. A su vez, estos efectos de contagio pueden ser multidimensionales, ya que pueden ser contagios por región o contagio por métricas similares (por ejemplo, la relación entre Turquía y Argentina).

En el mercado internacional, Abelar entendió que se está dando un cambio de ciclo debido al proteccionismo, que es un “intento de apalancamiento de un ciclo extremadamente positivo en la economía de Estados Unidos”, según afirmó.  Esto genera riesgo de entrar en una inflación creciente, añadió, para lo que hay dos salidas: la guerra de monedas, o inyectar más dinero a medida que se va generando inflación con proteccionismo creciente.

Agregó que observa un escenario de tasas de interés “creciente”; “eso no va a ser neutral para los mercados emergentes, incluso para los que estén mejor parados, porque es un problema, y no sólo en el sentido de la deuda”, señaló.

Por último, se mostró optimista con el futuro de América Latina. Las necesidades de financiamiento en su totalidad de los mercados emergentes para 2018 según el Fondo Monetario Internacional (FMI) rondan los US$ 10 billones, según informó. De este monto, un tercio está focalizado en deuda de corto plazo, pero en América Latina este valor desciende a tan solo un séptimo. Además, de los vencimientos totales, “hay solo un 22%” que corresponde a América Latina. En este sentido, consideró que la región “queda bien parada”, y aclaró que los vencimientos dentro de los mercados emergentes se encuentran en Asia (por China), “sobre todo por la deuda corporativa”.